Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.gt
@ppmp82
Cuando inició el proceso de postulación para Fiscal General quedó claro que algunos iban a hacer lo necesario para presionar en favor de Consuelo Porras y todo aquello que sintieran que amenazaba sus chances de reelección sería objeto de ataque.
Nadie en la Comisión de Postulación ha salido en contra de Porras o ha hecho algo en particular para afectarla pero su realidad es sumamente complicada porque sus decisiones le han valido sanciones y desconfianza de quienes desean construir un Estado de Derecho en el país.
Lo que sí quedó claro era la estrategia que iban a implementar. Desde el inicio el medio que sostienen quienes se sintieron más beneficiados por Porras se lanzaron contra David Gaitán y ahora lo hacen contra Rolando Escobar Menaldo. Además, gente que le opera a la mafia se lanzó contra Milton Argueta al colmo que quien fue de la rosca del ex diputado de FCN Estuardo Galdámez se da el tupé de salir hablando de “ética”.
Y ahora no se van a detener porque ya sacaron la calculadora y se dieron cuenta que a Porras quizá le faltan dos votos para entrar en el listado final. Son 15 miembros, 8 de los cuales son liderados por Silvia Patricia Valdés (Usac, Colegio de Abogados y otros) y hay 7 que han votado de manera consistente en los procesos anteriores y el presente no ha sido la excepción.
De ese grupo de 7, ahora son objetos de ataque Escobar de la Landívar, Argueta de la Marroquín y hay quienes dicen que el decano de la Universidad del Istmo, Alejandro Arenales, será el próximo objetivo de las presiones y estará por verse si se le dejan venir encima.
Hoy por hoy, Porras parece no tener 10 votos, lo que la dejaría fuera del listado de los 6, lo que sería un bombazo para los deseos de impunidad del Presidente, su Centro de Gobierno y su séquito de negocios que buscan disponer de recursos en plena impunidad.
La intención de los grupos pro impunidad es la reelección de Porras pero empiezan a manejar otros escenarios. Jorge Luis Donado Vivar, el magistrado de la impunidad que está en Femicidio, Henry Elías Wilson, Oscar Dávila, a quien le destacan su lealtad a Alejandro Giammattei y al Centro del Gobierno y José Urrutia son algunas opciones de plan B si falla lo que orquestaron en pro de Porras.
El otro escenario que sopesan es “traerse” el proceso y dejar que la designada por Porras, Silvia Janeth García Guzmán sea quien dirija el Ministerio Público (MP) en el futuro pero saben que eso, ni los españoles que tanto se pegan a Giammattei y sus deseos, lograrían “defender y explicar tal extremo”.
Siete postuladores tienen en sus manos limitar un poco los esfuerzos de impunidad que desea el régimen. La gente sabe sus nombres, conoce sus caras y será importante darles acompañamiento en su afán de evaluar la idoneidad de los candidatos. A los que ven a Porras como lo que es, un seguro de impunidad, se les seguirán viniendo encima de forma burda y descarada.
El régimen controla todo pero también está teniendo fricciones importantes y por eso es que se juegan el todo por el todo. Si Porras queda afuera del proceso, quedará por ver qué le ofrecen para que siga ocultando el caso del Testigo A o se haga la loca con el tema de la alfombra.
Se vienen días interesantes y duros para los miembros de la Comisión de Postulación que evalúen si un candidato es idóneo o no. Son, en medio de un sistema manoseado y de un proceso complicado, un grupo que puede devolver un poco la fe en que eventualmente se empiece la construcción de un Estado de Derecho que nos haga a todos actuar bajo las mismas reglas.