Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Es de todos sabido que el presidente Alejandro Giammattei no es una persona de lealtades.

Después de todo lo que se expuso Allan Rodríguez pesó más que se le haya ido la boca en contra del Centro de su Gobierno y eso lo hizo caer en desgracia oficial, a pesar de que él ya había caído en la desgracia social por hacer negocios y de paso por impulsar lo que Giammattei le ordenaba, sin guardar las formas.

Consuelo Porras está en la balanza para saber si ella será la próxima “abandonada” y hay quienes, desde el Congreso y que conocen bien el pacto oficialista, aseguran que Rodríguez platicó con la Fiscal General y Silvia Patricia Valdés y entre los tres expresaron preocupación por esa manera en la que sienten que quedan expuestos una vez sirven a alguien que no está pensando en el país si no en sus pellejos y los de su Centro de Gobierno.

Valdés lidera la carga contra Erika Aifán en lo que ella espera que sea el acto de “lealtad” hacia el mandatario. A Giammattei, y muchos de sus aliados que andan abogando por él, les urge que la Jueza de Mayor Riesgo deje el cargo y por eso que es que la operación de Porras y Valdés es milimétrica en contra de la jueza. Servir al Presidente parece ser un mandato Constitucional. Los comunicados de ayer dejan muy en claro quiénes son esos grupos que apoyan los deseos del Pacto.

Y traigo todo esto a colación, porque fue una sorpresa la salida de Tony Malouf del Ministerio de Economía.

Malouf se expuso sin necesidad con los rusos, se metió de cabeza en el tema de REMED y en ambos asuntos el Presidente tenía un interés directo y a pesar de haber sido “quemado” por esos asuntos, algo pasó que forzó la salida de Malouf de esa manera.

El todavía Ministro expresa que son “bolas” los diferentes rumores de los motivos de su salida. Hay quienes sitúan a Malouf en la arena política y algo debe haber pasado que no gustó al Presidente y su Centro de Gobierno porque eso que los proyectos futuros le impiden seguir, sabemos que es un palabrerío que suena bien pero que no refleja toda la realidad.

Claro que Malouf tiene derecho y puede estar pensando en ser candidato a algo, pero la forma en la que se anunció su salida, el tiempo que le dieron, suena a otro arranque del Presidente que le debe haber dicho de todo en esa forma que se está volviendo muy común en Casa Presidencial.

Recuerdo una vez que al inicio de la pandemia Giammattei reaccionó hepáticamente contra el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) y el entonces presidente del seguro social, Carlos Contreras y luego, esa misma mañana, Miguel Martínez dijo a los presentes que el paciente del que se quejó Giammattei tenía parentesco con un su amigo y ahí entendí el rol que el ex del Centro de Gobierno jugaba en el Presidente.

Esa forma en la que el Presidente trata a sus “aliados” es lo que tiene a muchos actores de peso “asustados” y “marchando”, pero dadas las circunstancias del país, derivado que los lo que quieren hacer las cosas bien la tienen muy difícil y los que buscan una oportunidad no la encuentran con facilidad en su tierra, debemos dejar de pensar en los caprichos de un mandatario y empezar a pensar cómo vamos a salir adelante de este atolladero en el que todavía no hemos tocado fondo.

Más que de los problemas, urge hablar de las salidas, de las soluciones y de las propuestas, aunque eso incomode y sea poco conveniente a los defensores del sistema que los hay tanto en la “derecha” como en la “izquierda” representada en el Congreso.

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