Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Ayer, aunque de manera distinta, los gobiernos de Guatemala y Estados Unidos informaron acerca de una llamada entre Alejandro Giammattei y Kamala Harris. Las publicaciones de cada uno difirieron en algunos puntos, el más importante que omitió el Gobierno guatemalteco radica en el pedido de la representante de la Casa Blanca de responsabilizar a los actores corruptos.

Pero esta llamada se da en el contexto que maneja el Gobierno de Guatemala en torno a la próxima elección de Fiscal General y es que Giammattei está considerando seriamente confirmar a Consuelo Porras en el cargo para 4 años más.

Fuentes del Gobierno que piden no ser citados para no ser regañados por el Presidente explican que Giammattei se quedó muy molesto por la exclusión a la Cumbre de la Democracia y por eso fue que armó el viaje paralelo para visitar a muchos de los enemigos del gobierno de Joe Biden.

“El Presidente, como ya sabes el carácter que tiene, está empecinado en que se hará su voluntad y por eso es que está con toda la gana de reelegir a Consuelo Porras”, explicó la fuente y además explican que no hay oposición real de los grupos que gravitan cerca del Presidente. Citan como ejemplo que la economía va “bien” y que ninguna de las cámaras empresariales se manifiesta en contra de la actual Fiscal General.

Estados Unidos ha sancionado a Consuelo Porras y ha expresado la falta de confianza y las dificultades que significan que una institución tan importante esté en las manos de alguien con quien no pueden trabajar en confianza y por eso es que Giammattei siente que reelegirla “es darle en toda la torre a los americanos”.

Consuelo Porras no pasaría ningún test de idoneidad por sus cercanías con el Presidente y por la manera en la que ha cedido a las presiones para que la investigación penal deje de ser un instrumento para quienes están operando la corrupción y por eso es que llamó tanto la atención lo que informó la Casa Blanca y lo que obvió el equipo de Giammattei.

“The Vice President noted the importance of holding corrupt actors accountable, highlighting that corruption erodes public trust and undermines effective accountable governance”, decía la publicación, mientras que en lo que informó el Gobierno de Guatemala no se usó siquiera la palabra corrupción.

La gente necesita saber que el Presidente busca las avenidas para reelegir a Porras pero no encuentra aún la forma de “venderlo” sin que al final la decisión termine teniendo un impacto en la economía que tanto le vende a quienes les reclama apoyo.

Maniobras tipo las de Daniel Ortega y Nicolás Maduro. Personas a las que tanto repudian quienes aquí siguen apoyando los esfuerzos pro impunidad de nuestro presidente y hay que advertir que están jugando con un peligroso fuego que luego no van a poder controlar.

Cuando tengan todo armado, los que hoy apoyan a Giammattei luego no podrán ni levantar las manos porque aquí están como en Nicaragua, viendo simplemente cómo avanzan para controlar todo, para asegurar negocios sabiendo que tienen la tranquilidad que da la impunidad.

Si la elección fuera hoy, tendríamos Consuelo Porras para 4 años más porque Giammattei siente que gracias a ella, el hoy Presidente nunca pisará la cárcel de nuevo y eso es lo que está en juego en este 2022: sacrificar el Estado de Derecho con tal de tener satisfacciones personales.

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