Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
El presidente Alejandro Giammattei regresó de un viaje a Washington el que, según quisieron “vender” a la sociedad guatemalteca, se hizo para “atraer inversión” y el mismo se dio días antes que se celebrara la Cumbre por la Democracia a la que Guatemala no fue invitada por preocupantes actos de corrupción.
Una comitiva oficial también viajó a Nueva York unos días antes para hablar con las calificadoras en el afán de lograr que la calificación país mejore o no empeore. En octubre Moodys emitió un comunicado en el que abordó los temas relacionados a la debilidad en el control de la corrupción, el debilitamiento del Estado de Derecho y la efectividad gubernamental.
Atraer inversión extranjera e incentivar la inversión local, así como la manera en la que nos miren las calificadoras es clave y para ello necesitamos más que las palabras de un Presidente que dice una cosa pero que atrás anda en enormes transas, presionando gente y sentando las bases para que la próxima elección del Fiscal General ofrezca la certeza de la impunidad.
Miguel Martínez, quien sigue siendo el Centro del Gobierno no ha dejado de dirigir y con ellos toda una red de operadores políticos, contratistas, diputados, funcionarios, magistrados de la Corte de Constitucionalidad (CC), Corte Suprema de Justicia (CSJ) y Tribunal Supremo Electoral (TSE), jueces y particulares y la realidad es que cualquier inversionista debe venir a “negociar” con esa red de turno que lo controla todo.
¿Qué inversionista serio, en su sano juicio, quisiera poner aquí su dinero en esas condiciones?
Ha surgido una campaña de GuateÍntegra en la que invitan a sumarse a la lucha contra la corrupción y asumiendo el compromiso de denunciar CUALQUIER ACTO CORRUPTO, y la gran pregunta es si están dispuestos a denunciar los actos que pueden involucrar a un Presidente al que han dado la apariencia de quererse blindar de cara a la elección del Fiscal General.
Es importante denunciar, pero también es necesario que esas denuncias avancen y se investiguen para alcanzar la verdad y en eso Porras ha dado Consuelo a los que andan metidos en babosadas y la pregunta obligada es ¿cómo van a lidiar con la barrera de impunidad que ha impuesto Consuelo en temas de corrupción de los amos a los que está sirviendo?
En papel el viaje del Presidente y las intenciones de enfrentar de una corrupción que nos tiene muy complicados son claves, pero en la práctica requieren de mucho más y ojalá la gente esté dispuesta a dar los pasos, por incómodos que sean porque es el único camino que nos queda.
Tanto que se ha dicho que es necesario votar por diputados de manera directa y ahora que hay algún intento por materializarlo, resulta que las bancadas de los partidos que se dicen en contra del sistema, cierran filas con los partidos empresa porque ambos, aunque disfrazado de manera distinta, no quieren perder sus cuotas.
El partido empresa no quiere perder ese valor de cobrar por las casillas y las raquíticas bancadas que poco hacen por denunciar el sistema de manera integral, se preocupan que si se abren los listados tendrán más casos como los de Aldo Dávila en Winaq y Luis Alberto Sánchez en Semilla.
Tanta queja que algunos en la élite reman en la misma dirección de miembros del Crimen que quieren un Estado débil, para luego venir a remar en la misma dirección de partidos empresa que no desean abrir los listados para poder lucrar metiendo a quien esté dispuesto a pagar millones por la casilla sabiendo que el tener la curul, serán miles de millones los que están a disposición.
Bueno está que hablen de nuevo de los efectos de la corrupción, pero es una apuesta muy peligrosa el hacerle las barbas al Presidente y querer a la vez, denunciar actos al margen de la ley. Va llegando La Hora de decidir porque transformar Guatemala será imposible si se quiere quedar bien con Dios y con el Diablo.