Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Siempre he creído que los niveles de indiferencia que como sociedad hemos alcanzado tienen un enorme costo monetario y basta ver la manera en la que estructuraron el Presupuesto 2022 para empezar a ver la danza de millones.

Prensa Libre reportaba ayer que el diputado de VAMOS, Carlos Roberto Calderón tiene una ONG que está vinculada a él y resulta que nada más y nada menos le asignan Q7 millones.

La famosa ONG que donó medicinas al Gobierno pasado, muchas de ellas vencidas, vuelven a recibir Q25 millones y así iremos viendo muchas otras asignaciones con el paso del tiempo.

Un ex contratado en la Secretaria de Coordinación Ejecutiva de la Presidencia en el 2020, representa una ONG a la que le darán Q3 millones y cuando se le pregunta al vocero de la institución que le dará el dinero, simplemente refiera que no la conoce y ni la ha oído nunca.

Hay que entender que Duay Martínez, el que andaba defendiendo en el pleno el Presupuesto 2022, fue el operador de los negocios de este presupuesto y quien llevó a la mesa de la Comisión de Finanzas los listados, no solo de las ONG’s especiales que iban a ser beneficiadas como parte de los acuerdos y negocios, si no de los meganegocios que van a hacer con obras e instituciones que se reparten como que fuera dinero que ellos generan con el sudor de su frente.

Es un presupuesto de Q105 mil millones y un monto así, si lo que estuviéramos pensando es cómo fortalecer el sistema primario de Salud, tecnificar los hospitales, construir unos nuevos, más toda la tecnificación de escuelas con equipo de ultima tecnología e Internet, temas de turismo, etc. quizá no alcanzaría para hacer las inversiones necesarias.

Pero no están pensando en eso y los gastos de funcionamiento sirven para mantener una enorme carcacha en la que han convertido al Estado, matando la cultura de servicio de la gran mayoría y los trabajadores del Estado o funcionarios comprometidos, que ya son los menos y terminan siendo como una golondrina en pleno verano.

Para poder meter mano al Presupuesto de cada año en paz y recuperar sus “inversiones”, es que los diputados no quieren cambiar la forma en la que se les elige para llegar al pleno y por eso han cerrado filas a la propuesta del diputado “Canche” Rivera. Entiendo que el fantasma de la sábana para la boleta de diputados ya fue resuelta, pero el fondo no es ese, es poder seguir haciendo negocios en paz.

Podremos hacer todavía un mejor trabajo los medios en desmenuzar el Presupuesto 2022, pero la verdad es que no hay institución capaz de parar los negocios ya pactados. El Presidente Giammattei acude a reuniones con todas las instituciones de justicia y hasta invitan al Instituto de la Víctima, el reducto de TODOS por el que pelearon por un rato con el mandatario.

A ese control total que tienen de la justicia, hay que sumar el rol de la Contraloría General de Cuentas (CGC) que no sirve para un carajo y sabido es que el Contralor pasó de ser un auditor que trabajaba en el sector privado, a ser un fiel servidor de las mafias en el sector público.

La única forma en que esto, poco a poco pueda ir cambiando, es que cada quien desde su trinchera vaya dejando la indiferencia por un lado y en conjunto, vayamos encontrando los mecanismos para encontrar terreno común.

Debemos construir la confianza rota y por eso vacunación y elección de diputados de manera directa son para mí, caminos realizables si nuestro hartazgo es real pero sentimos carecer de las rutas de salida.

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