Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Uno de los cambios más importantes para enfrentar el sistema de Guatemala pasa porque tengamos mejores diputados y para eso, necesitamos poder votar de forma directa por los candidatos que se deseen sin tener que hacerlo a través de listados cerrados que son una fuente de negocios y maneras en las que se esconden peligrosos personajes.

Es un secreto no muy guardado que muchos partidos usan las primeras casillas de los distritos para “venderlas” y con eso la rentabilidad de tener un partido político se asegura con creces y se vuelve un interesante y lucrativo negocios.

Además, permite el colar en los listados a cuestionados personajes que incluso llegan a representar al crimen organizado del país y todo pasa sin que el elector se de mucha cuenta porque el ciudadano termina votando por el partido más que la persona. Si el que “me gusta” o peor aún, el “bueno” va en la casilla 3, pero en la 1 y 2 van mafiosos de cepa, para beneficiar el 3 termino dando votos al 1 y 2 del listado.

Por tanto es una urgencia de país el que logremos tener mejor representación en el Congreso y como poco a poco, han ido surgiendo más voces al respecto que presionan para lograr el objetivo del voto directo, ayer la diputada Sandra Lorena De León Teo del bloque Bienestar Nacional (BIEN), presidenta de la Comisión de Asuntos Electorales, indicó que es “bastante positiva ese tipo de elección” y refirió que analizan a profundidad la propuesta para que “a la hora de votar no se cometan errores”.

Sin embargo, ve “un poco difícil” que se aplique para el próximo proceso electoral que se desarrollará en 2023; “estamos a la vuelta de la esquina” agregó. En otras palabras, muy bien y todo lo que quieran pero la clase política que lucra del sistema quiere asegurarse otros 4 años de pleno control y para las elecciones del 2027 nos saldrán con otra excusa.

He dicho en el pasado que estando tan divididos, con tanta desconfianza por esa falta de franqueza para abordar y decirnos las cosas, que no hay mucho margen ciudadano para acuerdos porque quizá estamos de acuerdo en el qué y cuesta acordar el cómo y porque para bien o para mal, Alejandro Giammattei y Consuelo Porras están “presionando” para que cualquier acuerdo que ellos sientan que los pone en riesgo, no se materialice.

Pero quien a estas alturas no se de cuenta que vamos en la ruta de Nicaragua, ha pasado de noche los eventos en el vecino país. Los buenos empresarios tienen la capacidad de ver un poco más allá de la realidad del momento y esa virtud les ha hecho tomar decisiones que cambian radicalmente y para bien, el giro de sus negocios.

Ahora nos toca ver de forma macro un poco más allá, para darnos cuenta que lo que hoy viven los hermanos nicaragüenses ya lo estamos empezando a experimentar nosotros y que el año entrante, en especial luego de la elección de Fiscal General, las cosas se pueden poner aún más complicadas y por eso he insistido en que si nos centramos en solo dos mínimos, quizá podemos empezar a caminar mejor: vacunación masiva para jóvenes y personas en el Interior del país y trabajar porque para el 2023 podamos votar de manera directa por diputados (listados desbloqueados).

Los políticos ya salieron con la excusa que no se puede hacer ahora porque “hay que educar a la población”, pero la verdad era de esperarse y es una burda excusa para no soltar lo que hoy controlan.

Presionarán a los actores de peso para que tampoco se hable de eso, pero deberemos elegir entre desviar el rumbo que lleva Nicaragua o afianzárselo a aquellos que ni votan en contra de Daniel Ortega porque en el fondo a eso es lo que aspiran.

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