Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
Para los que no saben, Danilo Ramírez Espinoza, alias el “Smiley” fue capturado en el 2009 sindicado del asesinato de pilotos y otras personas, señalado de ser una de las personas más buscadas y más peligrosas del país. Purga sus penas en El Preventivo según reportes de prensa.
A luz de las evidencias, de la manera en la que oscuros personajes inciden en María Consuelo Porras Argueta, Fiscal General del Ministerio Público (MP) es necesario hacer la pregunta del titular.
Si Ramírez Espinoza hubiera sido nominado por Estados Unidos señalado de actos de corrupción, quizá doña Consuelo lo tendría en el top de la lista como lo hace con Ricardo Méndez Ruiz, Raúl Falla, y Felipe Alejos, quien opera por medio de su nueva esposa, Alejandra Carrillo.
No digamos el apoyo que le da a un presidente, Alejandro Giammattei, empecinado en centrarse en los rusos con los que es más fácil hacer “negocios” y recibir maletas, que fortalecer la relación con Estados Unidos, mercado primario para millones de guatemaltecos, entre ellos empresarios y migrantes.
El problema es que las acciones de Porras que generan tanto Desconsuelo, son a la vez el Consuelo necesario para quienes desde los extremos y desde los miedos que provoca la justicia por hechos al margen de la ley, nos llevan al despeñadero en una autopista exprés.
Porras está destruyendo todo lo que le queda a tiro en el MP y que no le ofrece garantías de impunidad para sus amos, pero eso significa “tranquilidad” para algunos pero es una pesadilla para quienes planean su futuro en el marco de la ley, quienes buscan construir más que destruir este país partiendo de un Estado de Derecho que nos permita crecer a todos, aspirar a más y procurar generar más cumpliendo con todo lo que se debe.
No entender que llegará el día en el que los más malos sigan controlando esto es pegarnos un tiro en el pie. Mientras Consuelo tenga las llaves y le dé acceso a mafias duras y puras al MP, el futuro del honrado está comprometido, del trabajador dedicado, del empresario decidido.
Es necesario pensar en una transición en el MP porque tanto que se habla de reactivación económica y de nada o poco sirve el esfuerzo mientras los caminos de la impunidad en el país ganen tanta tracción. No debería ser tan complicado lograr mínimos acuerdos que nos hagan salir adelante.
Los buenos, empresarios y activistas sociales entienden quién es el verdadero enemigo y no son ni los unos ni los otros que actúan en el marco de la ley. Entonces, tenemos que tener la harta capacidad de ponernos de acuerdo.
Aquí seguirán saliendo escándalos que no terminarán en los estrados de la justicia porque por eso es que Giammattei, sus mafias, sus roscas y el Pacto Oficialista se aferran a Porras porque ya demostró ser una fiel garantía en torno a la impunidad. Es buena para ellos, pero no para el guatemalteco honrado y los negocios que buscan seguir creciendo bien.
Hay suficiente activista social y empresario inteligente como para poder dialogar a la brevedad en torno a las rutas de salida que no solo pueden implicar renuncias o transiciones en las instituciones, si no medidas puntuales para arreglar el sistema de compras (no podemos generar más empleos en estas condiciones), el sistema electoral (no podemos elegir diputados por listados) y el sistema de justicia (la cooptación afecta el crecimiento económica).
El tiempo corre mientras el carro de la impunidad lo manejan con total imprudencia y nos atropellará a todos, tarde o temprano.