Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Uno se pregunta, ¿cómo se pudo fallar tanto en la vacunación en Guatemala? Está claro que la competencia mundial por conseguir vacunas es feroz, pero si El Salvador ya empieza a vacunar a personas mayores de 35 años y nosotros apenas vamos por los 50 años, no hay excusa que valga.

Además, nosotros, tenemos vacunas para los próximos 10 o 9 días. Las Sputnik V brillan por su ausencia a pesar de los millones ya pagados y las que se tienen en existencia están a punto de acabarse porque, claro está, la gente desea protegerse del COVID-19 y no hay que ser astrofísico para saberlo o intuirlo.

Hace unos días dije que por muy malo que sea el Gobierno de Giammattei, con solo repetirlo mil veces no lo vamos a mejorar, pero sí podemos alzar la voz para demandarle que se “deje de babosadas” y pare de tirar la chibola al Ministerio de Salud por el decreto de responsabilidad (por los efectos secundarios) que demandan los fabricantes de vacunas.

Con ese decreto, tendríamos a la brevedad 500 mil dosis donadas por Estados Unidos y más vacunas compradas por medio del mecanismo COVAX. Como el Gobierno no habla las cosas claras, no se sabe si se necesita una ley que apruebe el Congreso (solo que esta no la vaya a sancionar en 15 días como fue la de las vacunas) o si basta un acuerdo gubernativo.

Pero sea como sea, Alejandro Giammattei tiene las herramientas porque él ha sido el responsable de mantener la Alianza Oficialista en el Congreso y es esa alianza la que le puede dar los votos para algo en beneficio de los guatemaltecos. Si es un acuerdo gubernativo, la tiene más fácil.

El Pacto Oficialista se ha mantenido con pactos pagados con obras de infraestructura, contratos de diversa índole (bienes y servicios) y chorros de plazas en el Ejecutivo y otras dependencias (todo con el pisto de los guatemaltecos) y eso le ha dado “el poder del momento a Giammattei”, quien ha conseguido su Junta Directiva, su presupuesto, que NO elijan magistrados a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y que sí eligieran a los que habían pactado para la Corte de Constitucionalidad (CC).

Entonces, si para Giammattei fuera importante el tema de la vacunación ya habría asumido liderazgo para mover a las mafias del Congreso y lograr algo en beneficio de la gente, pero como siguen aferrados a que los rusos mandarán de milagro las vacunas, les termina “valiendo como los grandes” hacer lo necesario para resolver el problema.

Europa y Estados Unidos no reconocen la Sputnik V y ayer dijo el Ministro de Trabajo que las visas temporales que el país norteamericano ofrece a trabajadores guatemaltecos están en veremos por la falta de vacunas.

Lo que este Gobierno está haciendo pasar a la gente por las vacunas, NO TIENE NOMBRE, no solo por una logística inadecuada, sino porque hay un enorme descontrol que le hace a muchos vivir un calvario el día de la tan ansiada vacunación.

Dirigir un país como Guatemala no es fácil, está claro, pero nada excusa la mediocridad y nada excusa que si no están capacitados para ciertas cosas se metan a labores políticas que no saben. La Presidencia la han vuelto un chiste los inquilinos de Casa Presidencial, pero no es para nada un chiste porque ahora vemos que las malas gestiones sí se pueden traducir en el riesgo de perder vidas a los que una vacuna, los podría alejar de la muerte misma.

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