Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Sí, hay aglomeraciones innecesarias que se pueden volver en foco de contagio (como aquel casamiento al que asistió el presidente Giammattei) y los bares terminan abarrotados sin que existan autoridades capaces de controlar; sí, alguna gente ha relajado el uso de la mascarilla y el distanciamiento físico, pero todo eso queda en segundo plano cuando NO HAY PINCHES VACUNAS Y CUANDO YA SE PAGARON Q614.5 MILLONES.

Ya son 15 meses de pandemia y la eterna excusa, que raya en la mediocridad, es que conseguir vacunas es muy duro pero la realidad de nuestros vecinos como El Salvador y Costa Rica tira por la borda eso que termina siendo una “justificación burda y de mal gusto”.

No hay queja que valga cuando tomaron la pésima decisión de irse con los rusos, peor aún con un intermediario (dijeron que iban a comprar directo) y cuando la timada es tal que, habiendo pagado millones, solo han recibido 100 mil dosis.

No hay reclamos a Rusia y la enorme pregunta es, ¿no dicen pío porque fue un negocio mal hecho, con alguien recibiendo comisiones, o no usan la voz porque encima de todo les preocupa que si reclaman nos dejan sin pisto y sin vacunas?

Hay temas de salud en juego, hay temas económicos que dependen de la vacunación misma y por eso, escuchar las excusas que ayer dieron las autoridades de verdad lo dejan a uno perplejo y se entiende por qué es que se han convertido en tapaderas de las lamentables decisiones de Alejandro Giammattei.

Una cosa es ejercer función pública y otra es servir a un Presidente que está más enfocado en el negocio que en dirigir el país, en satisfacer a diputados, alcaldes y personas en particular, que a la sociedad en general. Una cosa es ser Ministro de un Presidente y otra, el Ministro de alguien que le delegó el poder a Miguel Martínez y Leyla Lemus.

Si, todos debemos cuidarnos pero la realidad es que sin vacunas los escenarios son otros y resulta inconcebible que las vacunas pagadas sean menos que las donadas. El problema, más allá de quien esté en el Ministerio de Salud, es que no hay liderazgo en la presidencia capaz de dar la cara, asumir el control y enderezar el barco.

El Presidente está más centrado en mantener a los alcaldes contentos y por eso, en el mismo día en que su Ministra habla del COVID, él estaba maniobrando para darle más recursos a los Alcaldes tras el fallido intento que se tuvo con la reforma a la Ley de Contrataciones del Estado.

Necesitamos acelerar el paso de la vacunación, necesitamos que exista alguien que tome el control, que se siente con los rusos, que exija las vacunas de forma inmediata o el regreso del dinero. Rusia no ha cumplido y no se sabe cuándo va a cumplir. Además, necesitamos desenmascarar al o los responsables de haber firmado en esas condiciones con los rusos.

Si tenemos el dinero, si terminamos el contrato ruso, habrá algo de recurso para ir a conseguir vacunas a otro lado con quien sí cumpla. La gente necesita las vacunas, la salud lo demanda, la economía lo amerita y siendo un dinero que el guatemalteco habrá de pagar con sus impuestos, no solo es un derecho sino una obligación del Gobierno cumplir con lo que debe.

Se ha perdido el rumbo y una vez más, mantener contentas a algunas mafias parece ser la meta de otro presidente que dijo como NO quería ser recordado, pero al parecer el poder/sistema que traga gentes, traga sueños y traga planes, lo hizo de nuevo.

Enderezar el rumbo es necesario y ojalá el Presidente de la cara para enderezarlo y que entienda que sin vacunas, la salud está en riesgo, la vida para algunos en el limbo y la economía en juego.

 

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