El deporte es un espacio donde el esfuerzo, la disciplina y el talento deben prevalecer en los atletas. Sin embargo, en Guatemala, la reciente exclusión de la pentatleta Valentina García del campeonato mundial Sub-17 de Pentatlón Moderno, a realizarse en Sudáfrica, en julio de 2025, ha encendido un debate que trasciende las pistas y los podios.

La joven atleta, medallista de plata en el Campeonato Panamericano Varadero, Cuba 2025, y segunda en el ranking mundial de su categoría, alzó la voz en redes sociales para denunciar lo que considera una decisión injusta y poco transparente. Su caso no solo pone en tela de juicio los procesos de selección, sino que invita a reflexionar sobre la equidad y el respeto hacia nuestros deportistas, sobre todo menores de edad.

María Magdalena Quintanilla, ex directiva interina, quien ocupó el cargo ilegalmente, llegó a matar los sueños de jóvenes promesas, porque aparentemente obedece lineamientos de la “clica del deporte”. Lo cual queda demostrado con este tipo de acciones “mezquinas” que van contra los atletas, cuando en realidad se debe a ellos.

Estos dirigentes que creen que la “mal llamada autonomía” es sinónimo de impunidad, acallan las voces de quienes se oponen a las decisiones del Comité Olímpico Guatemalteco -COG-, de Gerardo Aguirre Oestman y la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala -CDAG- de Luis Néstor Madrid González, quienes durante décadas han manejado a su sabor y antojo el presupuesto millonario del deporte nacional. Sin transparencia, mucho menos rendición de cuentas.

Es importante recordar el caso de los medallistas olímpicos Jean Pierre Brol y Adriana Ruano, quienes para lograr sus logros deportivos tuvieron que pagar, de su bolsillo, el entrenador que los guío a la senda del triunfo y los hizo competitivos en las pasadas olimpiadas. Incluso no tienen instalaciones dignas para entrenar y lo hacen en un lugar privado.

Sin embargo, Valentina García, con apenas 17 años, ha demostrado ser un orgullo para Guatemala. Su medalla de plata en Cuba, obtenida el 25 de mayo de 2025, es una muestra de capacidad y dedicación. Pero este logro no vale para la señora Quintanilla y la excluye con datos falsos, según constata el diputado Orlando Blanco, presidente de la Comisión de Deportes del Congreso de la República.

Para tapar ese “papelón”, la Asociación de Pentatlón Moderno notificó a los padres de familia que ningún atleta cumplió con las marcas exigidas por la normativa de selección para el Mundial. Decisión que llega después de que anunciaron los tres atletas que nos representarían, quienes ahora tampoco cumplen con los criterios técnicos.

La denuncia de Valentina no es un simple reclamo personal; es un grito por justicia deportiva. En su video publicado en redes sociales, la joven expresa con claridad su frustración: “No se trata de pedir un favor, ni de reclamar un lugar que no me corresponde; se trata de que se sigan los procesos con justicia, respeto y transparencia para todos los atletas”, recalca la pentatlonista.

Según García, el entrenador egipcio de la selección Walid Sayed aplicó criterios subjetivos, y el mismo acepto en el parlamento los errores de selección. ¿Acaso las marcas exigidas son aplicadas para todos por igual? ¿Por qué los directivos designaron inicialmente a tres atletas que, según ellos mismos, no cumplían con los requisitos?

Estas preguntas, aún sin respuesta, han llevado el caso al Congreso de la República, donde la Comisión de Deportes intervino para fiscalizar la denuncia de Valentina García. Esperemos que hayan sanciones y sobre todo que sirva para que no vuelva ocurrir otro caso similar.

El deporte guatemalteco no puede permitirse apagar los sueños de atletas como esta “patoja”, cuya trayectoria demuestra compromiso y resultados. Si Guatemala aspira a brillar en competencias internacionales, debe garantizar que sus procesos de selección sean justos y que los méritos deportivos sean el único criterio. Otro ejemplo de esta situación, es el caso de las hermanas Paiz, quienes fueron discriminadas en la Federación de Bádminton.

Es hora de que las autoridades deportivas escuchen a Valentina y a todos los atletas que, como ella, buscan representar a nuestro país con orgullo. La justicia deportiva no es un lujo, es un derecho. Guatemala merece que sus atletas tengan la oportunidad de representarnos dignamente. Esperemos que va hacer el diputado Blanco y que se sancione a los responsables de esta atrocidad.

Marco Tulio Trejo

mttrejopaiz@gmail.com

Soy un periodista y comunicador apasionado con lo que hace. Mi compromiso es con Guatemala, la verdad y la objetividad, buscando siempre aportar un valor agregado a la sociedad a través de informar, orientar y educar de una manera profesional que permita mejorar los problemas sociales, económicos y políticos que aquejan a las nuevas generaciones. Me he caracterizado por la creación de contenido editorial de calidad, con el objetivo de fortalecer la democracia y el establecimiento del estado de derecho bajo el lema de mi padre: “la pluma no se vende, ni se alquila”.

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