La corrupción en el deporte recreativo es un problema que ha recrudecido en los últimos tiempos, lo cual afecta nuestra sociedad. Los jóvenes se han visto afectados porque son el blanco perfecto para inmiscuirlos en una serie de delitos por ser inimputables (no es capaz de comprender el delito que realizó ni sus consecuencias), por eso nuestros gobiernos deben de poner atención en este flagelo que afecta globalmente.

Según el Informe Global de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la corrupción en el deporte ha aumentado significativamente en las últimas décadas debido a factores como la globalización, la circulación de grandes sumas de dinero, el crecimiento de las apuestas legales e ilegales y los avances tecnológicos.

Las implicaciones sociales y comunitarias de la corrupción en el deporte son profundas y se han enraizado en nuestros entes gubernamentales. La corrupción socava la confianza en las instituciones deportivas y más en el deporte que es una plataforma para promover valores positivos y la cohesión social. En Guatemala no nos quedamos fuera del “radar”, tenemos autoridades que, en vez de promover la recreación deportiva, lo que hacen, con sus decisiones, es afectar dichas actividades.

Un claro ejemplo, es lo que hace el viceministro del Deporte y la Recreación, Francisco José Aguilar Chang, quien se ha abierto varios frentes en el Ministerio de Cultura y Deportes -Micude- por la forma “prepotente y abusiva”, según cuentan, que tiene para tratar a las personas, especialmente a los discapacitados y a las personas de la tercera edad.

En los 10 meses de gestión viceministerial ha despedido a más de un centenar de trabajadores, sin justificación alguna, pero en cambio Aguilar Chang ha aprovechado para llevar a sus “amigos” a los puestos que ha dejado vacantes. A pesar de que anda propalando que no tienen presupuesto para invertir en los programas del Micude, pero todos los trabajos que realizan son facturados por Q90 mil.

Algunas personas afectadas, por las decisiones viceministeriales, aseguran que, en la inauguración del Parque Recreativo de Zacapa, se le escuchó decir que porque en los parques tienen demasiado personal de avanzada edad y discapacitados. Además, hizo el desafortunado comentario de que no son el Ministerio de Trabajo y que no les compete dar empleo a las personas. Por cierto, aprovechó para sacar a más de 30 trabajadores que hacían la función de “anfitriones” en los dos parques que operan.

Los “anfitriones”, son las personas encargadas de guiar a los visitantes durante su estadía en los parques recreativos, intentaron explicar sus funciones, incluso se reunieron con la ministra de Cultura, Liwy Grazioso Sierra, quien los recibió, pero como que en una oreja le entró la información y en la otra salió. No nos puso atención, se quejaron los despedidos.

Una y otra vez, los encargados de los Parques Recreativos, dicen los cesados, explicaron que hacen los “anfitriones”, que son personas responsables y residentes cercanas. Ellos son los que vigilan las actividades de niños y jóvenes que acuden diariamente a los Parques Recreativos. Entre las funciones está velar por el bienestar de los menores visitantes, pero sobre todo que no vayan a ser agredidos y lastimados por terceros y especialmente en el momento que ingresan a los sanitarios.

Al escuchar esto Aguilar Chang se volteó y dijo que, si tenían que cuidar los baños, que mejor van a instalar letrinas, que sería menos oneroso para el Micude, lo cual demuestra que no comprendió que la función de los anfitriones es evitar eventos desagradables en los recintos, porque nadie daña los sanitarios.

En los últimos 10 meses de este gobierno, se han dado más de un centenar de despedidos y lo más alarmante es que han sido cesados ilegalmente. Hecho que fue tratado, en meses pasados, en la Comisión de Deportes del Congreso de la República, donde la diputada Karina Paz fue muy clara y directa, incluso se informó que van a interponer denuncias en los tribunales de justicia, por despidos injustificados.

En el Parque Recreativo de Cobán, a pesar de estar cerrado, fue contratada una persona, que únicamente cobra salario mensualmente, porque no llega a trabajar. Como cosa rara otro de los amigos del viceministro. Es notoria que la prioridad del Micude no es el deporte recreativo, no tienen idea de lo que significan para la juventud, se preocupan más de los atletas federados, cuando la prioridad son otros.

Los “amigos” que han sido contratados no tienen preparación académica, no respetan los procesos administrativos y no cumplen con los requisitos de los puestos, increíble pero cierto. El Parque de Zacapa no tiene agua potable, desde hace más de seis meses, y el problema es que la bomba de suministro está en mal estado, no la han querido reparar y más pareciera que quieren que la gente acarree agua en cubeta.

Un parque recreativo es un espacio de vital importancia en una sociedad y por ende debe estar bien cuidado, ya que ofrece múltiples beneficios tanto a nivel individual como comunitario. Proveen un lugar donde las personas pueden hacer ejercicio, caminar, correr, jugar y relajarse, lo cual es esencial para mantener un buen estado físico y mental.

En algún momento estos espacios sirven para la educación ambiental y la concienciación sobre la importancia de preservar el entorno natural, pero sobre todo promueven un sentido de pertenencia y son un orgullo para los que viven en las cercanías. Para no ir tan lejos, basta con ir a sociedades como las costarricenses y salvadoreñas, para darse cuenta de los beneficios de los Parques Recreativos.

Así que es muy importante que la ministra Liwy Grazioso Sierra tome cartas en el asunto, para que después no se lamente y que no salga manchado su nombre, por malas decisiones que no ha tomado ella. Por eso queda como anillo al dedo aquello que dice: “peca por igual el que permite y el que deja pasar”.

Marco Tulio Trejo

mttrejopaiz@gmail.com

Soy periodista, comunicador social y un soñador creador de opinión pública, para hacer conciencia que permita mejorar los problemas sociales, económicos y políticos que nos aquejan y nos mantienen inmersos en una sociedad con pocas oportunidades de vida para las nuevas generaciones. Estoy convencido de la importancia que tiene la prensa, en el fortalecimiento de la democracia, para coadyuvar a la consolidación de un Estado de Derecho con una certeza jurídica y el lema de mi señor padre siempre fue: “la pluma no se vende, ni se alquila”.

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