Marco Tulio Trejo

mttrejopaiz@gmail.com

Soy periodista, comunicador social y un soñador creador de opinión pública, para hacer conciencia que permita mejorar los problemas sociales, económicos y políticos que nos aquejan y nos mantienen inmersos en una sociedad con pocas oportunidades de vida para las nuevas generaciones. Estoy convencido de la importancia que tiene la prensa, en el fortalecimiento de la democracia, para coadyuvar a la consolidación de un Estado de Derecho con una certeza jurídica y el lema de mi señor padre siempre fue: “la pluma no se vende, ni se alquila”.

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Los partidos políticos, si les podemos llamar así a los nuestros, tienen la tarea de convencer a la ciudadanía a participar en las elecciones, pero también en la discusión y en los procesos de toma de decisiones para dirigir el país. Su participación es de suma importancia para la vida política, tanto en gobierno como en oposición.

La Ley Electoral y de Partidos Políticos los define como: “entidades de interés público con personalidad jurídica y patrimonio propios, con registro legal ante el Tribunal Supremo Electoral -TSE-, y que tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación política y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público”.

Por tal motivo, su participación es de suma importancia en la construcción de una democracia sólida y justa. Por eso es que es necesario que el Estado brinde las herramientas necesarias para que puedan ejercer su derecho a participar en la toma de decisiones para que no afecten la vida y futuro de las nuevas generaciones.

El balance político en toda sociedad que se define como democrática, es la oposición, esa expresión de ideas opuestas a las del gobierno de turno, es decir, contrarias al oficialismo y que permiten que se puedan medir fuerzas para que no se realice todo lo que dice y hace el partido de turno y se tenga un balance en la toma de decisiones del Estado.

El objeto u objetivo de toda actividad política es la de hacer cambiar o progresar la sociedad mediante instrumentos como lo son las leyes, los acuerdos, los pactos y las decisiones que conlleven a que todas las personas que habitan el territorio puedan tener acceso a la salud, la infraestructura, la educación y los servicios esenciales que nos dan calidad de vida.

Este sería el panorama ideal en una sociedad democrática, pero en Guatemala los partidos no hacen una oposición de altura, sino que obstruyen todo lo que se propone y se planifica, todo por el simple hecho de afectar el trabajo gubernamental. Sin ponerse a pensar que realmente al que perjudican es a un país, porque afectan la inversión nacional e internacional y por ende la economía.

Pero ahora, definiremos el significado de la palabra obstrucción, la cual es en asambleas políticas u otros cuerpos deliberantes, táctica encaminada a impedir o retardar los acuerdos. Entonces estos actores opositores caen en un papel de obstructores: “personas que no quieren asumir su responsabilidad política y social”. 

En muchos casos, estos personajes en la oposición reúnen habilidades personales como el carisma. Sin embargo, las utilizan para afectar a todo mundo, por el simple hecho de hacer sus intereses personales y grupales o bien por no dejar el poder que ostentaban en otras administraciones de gobierno. 

Los Diputados del Congreso de la República son funcionarios del Estado, los cuales representan al pueblo en toda actividad política u otra actividad que competa a la población de Guatemala, es decir, son representantes del pueblo y dignatarios de la Nación. Algo que se les ha olvidado a los mal llamados “Padres de la Patria”, quienes actúan por intereses propios o intereses oscuros de sus financistas.

Mientras tanto, la oposición de partidos como Vamos, Todos, Viva, Une y Valor siguen sin digerir que perdieron el poder que ostentaban en los pasados dos gobiernos y siguen sin aceptar que fueron vencidos en las urnas por el voto ciudadano. Aunque Sandra Torres siga gritando a los cuatro vientos que hubo fraude.

El presidente de la República, Bernardo Arévalo de León salió a decir anoche que hay una conspiración para hacerle la vida a cuadritos y que todo es porque le ha tocado las fibras más sensibles a los que han gobernado el país. Arévalo de León acusó que muchos diputados prefieren ver un país en ruinas, que perder sus privilegios y aseguró: “que no tolerará, que los pocos que han perdido el poder espurio, que acumularon por muchos años se resistan a los cambios”.

Resaltó el mandatario que “los que creyeron desde el congreso que extorsionando y demandando plazas o esparciendo mentiras lo van a doblegar, que no lo van a lograr y que va seguir trabajando por las mayorías”. 

Estas declaraciones son muy puntuales y de gran significado, porque se deja al descubierto que los políticos velan más por sus intereses y no por los que les beneficiaron con su voto, pero también es importante mencionar que es necesario que el gobierno de Bernardo Arévalo de León, empiece a dar muestras, de que están preparados, para enfrentar a la oposición, que, en vez de hacerle daño al Movimiento Semilla, nos hace daño a todos los guatemaltecos.

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