Marco Tulio Trejo

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Soy periodista, comunicador social y un soñador creador de opinión pública, para hacer conciencia que permita mejorar los problemas sociales, económicos y políticos que nos aquejan y nos mantienen inmersos en una sociedad con pocas oportunidades de vida para las nuevas generaciones. Estoy convencido de la importancia que tiene la prensa, en el fortalecimiento de la democracia, para coadyuvar a la consolidación de un Estado de Derecho con una certeza jurídica y el lema de mi señor padre siempre fue: “la pluma no se vende, ni se alquila”.

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Marco Trejo

Varias instituciones públicas empezaron el año con la política de hacer compras a “diestra y siniestra”, como que el presupuesto de sus entidades fuera generado por ellos mismos, toman el dinero del presupuesto para hacer compras “suntuosas” que no le dejan nada bueno a la población y los convierte en las personas “chic” que están a la moda en tecnología.

Las compras son para los directores, secretarios y su rosca de trabajo, para que estén al día con tecnología de punta, mientras que su principal función se encuentra descuidada y no cumplen los objetivos que tienen que realizar en beneficio del país, situación que no se da, pero los funcionarios públicos se hacen “regalos del Día de Reyes” en momentos de crisis económica que se vive.

Se ha conocido por medio de las oficinas de Acceso a la Información Pública, que las personas que dirigen los entes estatales han tomado la modalidad de comprar en los primeros meses del año teléfonos celulares para su uso personal, adquiriendo tecnología de punta para estar actualizados, cuando sus resultados dejan mucho que desear.

Pero lo más penoso del caso es que los jefes estatales se compran los mejores planes de celulares, para que les den los aparatos de alta gama, que los lucen a “diestra y siniestra” como que si ellos los hubieran comprado con dinero de su “sueldo”, cuando los impuestos deben ser utilizados para buscar desarrollo de la población en temas de salud, educación, seguridad, seguridad alimentaria e infraestructura.

Lo que si llama la atención, es que en las instituciones en el momento de preguntar por los celulares que han desechado los “magnates estatales” no aparecen y no hay “alma” que pueda decir donde se encuentran los mismos y simplemente dan como respuesta que no saben dónde quedaron o bien quién los tiene en uso. Lo más seguro es que se lo hayan “heredado” a sus familiares.

Las compras gubernamentales conllevan un proceso por medio del cual un gobierno adquiere el uso de o adquiere bienes o servicios, o cualquier combinación de ello, con fines gubernamentales sin intención de venta comercial o reventa, o uso en la producción o suministro de bienes o servicios para la realización del trabajo y no para uso particular.

Para eso Guatemala tiene el Sistema de Información de Contrataciones y Adquisiciones del Estado, más conocido como Guatecompras y es comparado con un mercado electrónico, operado a través de Internet. Dicho proceso se ha enfocado en brindar mayor transparencia, eficiencia y agilidad a las compras públicas y por ello su lema es: «La vía rápida para las compras públicas».

El principal objetivo de este sistema es uniformar los procedimientos administrativos de contratación del suministro de bienes muebles y servicios necesarios para el funcionamiento de la Administración Pública, tendiente a imprimir mayores grados de transparencia en el manejo del Tesoro Público a nivel del Estado, lo cual muchas dependencias estatales lo pasan de largo, para evitar este tipo de controles que no les permitiría hacer de las suyas.

Los “dueños de lo ajeno” han visto que pueden obviar el proceso de Guatecompras al hacer adquisiciones de menor cuantía, que no sobrepasen los Q100 mil y para eso utilizan “empresas intermediarias” que les permite hacer compras al “menudeo” y seguir con la cultura que les permite mantener un “status quo” dentro de su círculo familiar y social.

Por allí vemos a dichos sujetos luciendo sus celulares de primera generación, incluso haciendo llamadas innecesarias para que les vean que son personajes importantes y que llevan consigo la mejor tecnología del mercado, sin ponerse a pensar que con ese dinero, malgastado, podrían cambiar muchas cosas que se encuentran sin rumbo en la vida nacional.

Estas son las cosas pequeñas que no ve nuestro ente fiscalizador, debido a que pasan desapercibidos al ojo del contralor y todo porque no tienen la capacidad para cumplir con el trabajo que tienen asignado en la Constitución Política de la República o bien porque lo ha dejado de hacer para atender intereses políticos que tiene que cumplir por los favores que ha recibido para llegar al cargo de la Contraloría General de Cuentas (CGC).

Bien dice un dicho muy guatemalteco: “hace chinchilete lo que no te cuesta” y por allí tenemos el nombre de varias instituciones que ya se recetaron sus regalos navideños.

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