Marco Trejo
En una reunión virtual se discutió sí realmente los periodistas hemos cumplido con nuestra función de informar, educar y orientar en un momento de crisis sanitario como el que vivimos, pero lamentablemente se concluyó que no se ha cumplido al ciento por ciento y que esa función se ha dejado, en manos de las redes sociales, que lo único que han provocado es una epidemia informativa colectiva: “la infodemia”.
Incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS), habla en sus enunciados de la “infodemia”, la cual es catalogada como la sobreabundancia informativa falsa y de rápida propagación entre las personas, la cual por ser datos, sin verificar y no corroborados, lo que ha provocado es que mucha gente tenga miedo, temor, incluso pánico, sobre una enfermedad que ha dejado más de 4 millones de muertes en todo el mundo.
Quién de los que se han vacunado, antes de hacerlo, no hemos sentido miedo de inocularnos (vacunarse), por todo lo que lee en las redes sociales, sin temor a equivocarme, creo que muy pocas personas, se han acercado a los puestos de vacunación sin ponerse a pensar: ¿Me provocará algo la vacuna?, en fin por nuestra mente ha pasado esa y muchas otras interrogantes, pero todo se debe a la desinformación que existe y que no es verificada.
Esta situación ha provocado que mucha gente no acuda a vacunarse (60 por ciento de los guatemaltecos) y que no se pueda contrarrestar, con mayor rapidez y efectividad, el virus que conocemos como Covid-19, el cual sigue afectando a millones de personas (475 millones de contagios en el mundo). La gente sigue sin conocer cómo surgió realmente el virus, como se propago, otros incluso no creen que exista, lo cual ha creado muchos mitos en torno de la vacunación.
No solamente en Guatemala hay personas que se han declarado antivacuna, existen grupos formales que se dedican a compartir “bulos” (información falsa que se difunde, generalmente, con el fin de perjudicar a alguien), que al final de cuentas se convierten en “verdad”. Lo que si es cierto es que en la historia de la humanidad, hemos sido vacunados, para erradicar enfermedades, incluso algunas siguen propagándose, pero con la diferencia que no son tan virulentas (no se transmiten rápidamente), como el Covid-19.
En la historia se han declarado diez pandemias, unas más conocidas y otras menos, porque antes teníamos una información vertical, pero ahora con la ayuda de la tecnología la misma es horizontal, basta con poner, en el famoso buscador de “Google”, la palabra coronavirus y nos aparecerá información basta del tema. Lo cual es relativamente positivo, pero a la vez negativo, porque encontramos información errónea, que la gente sube solamente por subir, con solo poseer un celular inteligente (smarthphone), y no hace un análisis crítico de la misma para enviarla, y los que la reciben siguen la misma reacción y le dan compartir sin analizar lo que comparte.
Entre las pandemias están: la Peste Negra o Peste Bubónica (1347), la nueva Peste Negra (1885), la Gripe Española (1918), la Gripe Asiática (1957), el virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) (1970), el Ébola (1976), el Sars (2002), la Gripe H1N1 (2009), el MERS-CoV (2012) y en la actualidad Covid-19 (2019). Las enfermedades siempre han existido y está comprobado científicamente, que en el cuerpo humano, viven unos 48 billones de bacterias, 60 billones de virus y varios miles de millones de hongos, los cuales te ayudan a mantenerte vivo y esa es la diferencia con este otro tipo de virus que si provocan daños al cuerpo humano.
Los organismos internacionales de salud han montado equipos de trabajo y verificación de “infodemias”, con el fin de detectarles y poder trasladar información veraz a las diferentes audiencias en el mundo, incluso han hecho alianzas estratégicas con buscadores digitales para que colaboren con el trabajo de aclaración de las mismas.
La información que se maneja pone a prueba la capacidad y el trabajo del periodista y los medios de comunicación formales, necesitamos que se haga un trabajo profesional, para que todos salgamos, del momento crítico en el que nos encontramos, necesitamos en el corto plazo, una inmunización colectiva, que nos permita volver a la normalidad, no tenemos que permitir que se deteriore más la economía mundial, la cual tiene problemas de inversión, falta de puestos de trabajo, cierre de empresas y estados con altos índices de inflación.
Pero lo más importante en este momento y lo más efectivo es que la gente ponga a funcionar su lógica y use su criterio positivamente, para que no se deje engañar con información falsa, no verificada y mal intencionada, que lo único que busca es crear zozobra y caos social. No podemos creer en alguien que no da la cara, que no pone su nombre y que a final de cuentas se convierte en un fantasma digital.