Marco Morales

Marco Morales, Director de Water Co. www.water-co.com Ph.D. en ingeniería hidráulica y medio ambiente, MSc. Gestión y Planificación del Agua (UPV, España), especialista en Water Quality Monitoring (JICA, Japón), Gestión económica de recursos naturales y ambiente (UAH, España), Ing. Agr (USAC, Guatemala) Correo: marcomorales@water-co.com | Whatssapp: +502 33258714

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El Doctor del Agua

 

Tardaremos décadas, quizás dos o tres generaciones, para tejer con nuestras acciones la transformación de este preciado tesoro. Como un eco en el tiempo, anhelamos que el agua, maravilloso y mágico bien natural, se convierta en la esencia misma de nuestra conciencia.

En este viaje, nos encontramos ante la puerta de la esperanza que el gobierno de Arévalo y Herrera ha abierto. Sus palabras resuenan con la promesa de una fórmula sencilla: la imbricación indisoluble de democracia y justicia social. “A pesar de su simplicidad esta fórmula ha estado notoriamente ausente en la administración gubernamental a lo largo de gran parte de nuestra historia. No estamos haciendo una promesa fundamentada en afirmaciones teóricas sino en logros concretos… la generación de estos servicios creará miles de nuevos empleos” (Arévalo, 2024).

Según el destacado experto Roger Martin (2022), una estrategia es un conjunto de decisiones que motiva a personas, a las que no controlas, a tomar acciones que te gustaría que realicen.

La Estrategia del Agua empieza allí, con el discurso de Arévalo, pues implica una fórmula basada en tres principios: la simplicidad + los logros concretos + la creación de nuevos empleos.

Mientras aclaramos la mente, y nos adentramos en este análisis y propuesta sencilla y concreta de Estrategia del Agua, es crucial explorar y aclarar los caminos que aún esperan ser trazados, integrando los ejes de acción y definiendo con claridad el territorio de intervención, el de los 4 Pueblos. Este es el desafío que nos aguarda antes de que enero del 2024 cierre su puerta.

Naveguemos ahora en lo técnico, 3 ejes del Plan de Gobierno 2024-2028:

  1. Agua y saneamiento para el desarrollo humano

Se invertirán Q12,390 M en 4 años, para proyectos de agua potable, saneamiento ambiental, alcantarillado y tratamiento de aguas residuales. Toda la fuerza de la inversión debe ir a los territorios con mayor inseguridad alimentaria y nutricional y donde se genera mayor migración; sin olvidar el grave problema del agua y las basuras en la Metrópoli.

En la construcción, la mano de obra local y la de ingenieros hidrosanitarios será clave. Es un reto ejecutar presupuesto con individuos que no utilizan facturas; apresurarse a asociarlos es clave. Hay que capacitar humanos para fortalecer su resguardo personal y prepararlos para adoptar la automatización de la clasificación de residuos.

Fortalecer los monitoreos de cumplimiento ambiental y obligar a las municipalidades y contaminadores a actuar.

  1. Riegos.

Enfocado en pequeños y medianos productores, invertirán Q2,100 M en 4 años. Los mayores impactos se logran escalando intervenciones hacia asociaciones de productores agropecuarios organizados que posean indicadores de elevada pobreza, vulnerabilidad al cambio climático y desnutrición. Embalses y canales de agua diseñados por ingenieros civiles, construidos y operados con empleo de mano de obra local. He aquí enormes oportunidades de tecnificar mano de obra con asistencia agronómica.

Sépanlo: impulsar riegos con productores sin agua en sus hogares es papel mojado. 

  1. Protección de bosques y cuencas.

Se plantea esta inversión: recuperación y protección de cuencas hidrográficas (Q3,900 M); protección de bosques naturales (Q1,300 M); fomento de la conservación, restauración de bosques privados, y las plantaciones de bosques para manejo productivo (Q1,700 M). 

La clave es invertir en zonas de recarga hídrica de territorios asociados al agua potable y a los riegos y mejorar el statu quo de las áreas protegidas públicas y privadas. La priorización de cuencas debe alinearse a estos criterios de enfoque social y servicio ambiental.

Hay mucha posibilidad de mano de obra local en las reforestaciones y en los guarda-recursos, pero los incentivos forestales deben llegar, con prioridad, a tierras comunales, municipales y agroforestales de la gente más necesitada. Y en la Metrópoli urge revertir con normas la tala forestal y el uso indiscriminado de cemento, y propiciar la recarga de las aguas subterráneas en áreas verdes y pozos de infiltración.

Arévalo indicó que uno de los principales retos es la adaptación al cambio climático. Y con esta inversión basada en logros navegamos un buen trecho. Sin embargo, aún falta una parte importante de la estrategia que les permitirá responder ante imprevistos extremos: sequías (El Niño), tormentas, colapso de drenajes, conflictos de usuarios, demandas internacionales, etc. (Lea más detalles aquí: https://lahora.gt/opinion/marco-morales/2023/07/31/el-agua-en-el-plan-de-gobierno-de-la-une-y-de-movimiento-semilla/)

Sin coordinación de actores gubernamentales (ejecutores de recurso público y de donaciones) y diálogo entre los pueblos (los actores del agua), la estrategia estaría ausente de elementos clave de la gobernanza. 

Para ello, la estrategia requiere de un cuerpo colegiado dirigido por la Vicepresidenta Herrera: el Gabinete Específico del Agua. Sin esta decisión de alto nivel, me temo que la “Estrategia del Agua de los 4 Pueblos de Guatemala” se hundiría antes de zarpar.

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