Durante décadas la basura se tiró bajo la alfombra. La tacita de plata brilló algún tiempo, hasta que la desbordó la anarquía hídrica propia de “la patria”.
Hace un par de décadas esa anarquía llegó y se instaló en la Capital. El silencio estratégico de la Municipalidad para ganar elecciones, evita abordar la verdad sobre la necesidad de subir tarifas y obtener apoyo del Gobierno Central para solucionar la grave crisis hídrica con inversión pública.
Así lograron pasar cada elección bajo la ola, creyendo que el modelo era sostenible. Pero la pestilencia de las cloacas llegó poco a poco a las narices de pobres y ricos (y no hablo del basurero de la zona 3).
Cientos de miles de inodoros sin agua desde hace lustros. Más de 6 millones de guatemaltecos sin saneamiento básico, principalmente en zonas rurales y periurbanas del país. Lo viven también miles de personas en las zonas 18 y 21, sin que Empagua le brinde su derecho al agua.
El servicio en otras zonas es irregular, con suministro municipal durante unas pocas horas o días a la semana. En mayo de 2023, al inicio de la temporada de lluvias, miles de vecinos quedaron sin agua durante días o semanas en zonas con suministro al límite: 1, 2, 3, 6, 7, 8 y 19.
Empagua informó de la presencia de tinta negra en la planta Lo de Coy.
Como el agua se mueve, no conoce límites de propiedad ni fronteras, los cuerpos de agua de la Metrópoli se comparten y cada evento de contaminación afecta a todos.
Ríos convertidos en cloacas debido a la basura y aguas residuales sin tratar que fluyen por los barrancos.
¿Usted confía en beber el agua de los chorros?
¿Leyó el estudio de RTI y UVG (Hoponick etal?, 2022)? Revela que una tercera parte de las muestras de agua analizadas de la Capital contienen arsénico en nivel de riesgo para la salud, y lo relaciona con fuentes geológicas de contaminación, falta de tratamiento de aguas residuales y bombeo excesivo de pozos
Volviendo a la escasez de agua en la Capital, vecinos denunciaron el colapso de una tubería central del sistema de distribución, informado por algunos medios independientes. Gran parte del agua se pierde por fugas incontroladas, lo que a su vez constituye un riesgo a la salud (una tubería sin presión puede contaminarse de su entorno).
Falta mantenimiento serio y nuevas inversiones públicas en la red de agua potable y los drenajes.
¿Cuántas veces la Municipalidad le ha informado del problema de los drenajes funcionando a sección llena poniendo en riesgo la seguridad vial? ¿Cómo vive usted las inundaciones urbanas?
¿Recuerda los hundimientos, la pérdida de vidas y los graves daños a la economía por drenajes colapsados?
¿Qué podemos decir de la impermeabilización del suelo urbano y la falta de recarga de los acuíferos?
¿Comprende la magnitud de la anarquía hídrica? ¿Quién se beneficia de este caos?
Y vea, solo he escrito un poco sobre la relación agua, personas, viviendas y ciudades. Aún no dije nada de las tensiones entre usuarios, de los deslaves, de las inundaciones, del cambio climático, del conflicto internacional con países vecinos.
Las soluciones basadas en el mercado (pozos propios, por ejemplo) o en la actividad individual o a nivel de hogar, no bastan para contener la anarquía.
Hace falta la intervención de un Estado que no existe, porque no hay ley del agua, ni institucionalidad, ni presupuesto ordenado, ni estadistas, ni vecinos conscientes, ni la enorme inversión pública y privada que esto requiere.
Así, el agua desnuda tu patria, guatemalteco.
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