Marco Morales

Marco Morales, Director de Water Co. www.water-co.com Ph.D. en ingeniería hidráulica y medio ambiente, MSc. Gestión y Planificación del Agua (UPV, España), especialista en Water Quality Monitoring (JICA, Japón), Gestión económica de recursos naturales y ambiente (UAH, España), Ing. Agr (USAC, Guatemala) Correo: marcomorales@water-co.com | Whatssapp: +502 33258714

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Marco Morales

No miren el río, no miren el lago, no miren la playa, no miren los bosques, no miren las casas sin grifos, no miren los grifos sin agua, no miren abajo al suelo cuando hay sequía, no miren arriba cuando está encima el huracán, no miren al lado, la conflictividad entre vecinos que se roban el agua unos a otros, no miren la basura que le llega a Honduras desde el basurero de la zona 3.

A propósito de esta película que se comenta por el mundo: “No miren arriba (Don’t look up)”. ¿Les digo la verdad? No me gustó la película, pero desde luego, no por el mensaje que se le transmite a la gente o los artistas o su producción.

Simplemente, no me gustó porque me recordó lo que se vive a diario en las redes sociales o en muchas de esas reuniones vacías con los conocidos, donde el rey es lo chusco, lo risible, el consumismo barato, lo instantáneo, lo sin sentido… el escape de la realidad.

Tengo más de dos décadas alzando la voz por los temas del agua, escuchando esa vieja cantaleta de que el agua es prioritaria, que es importante, que nos debe preocupar. Pero hasta allí.

Hay un desprecio por la seriedad del tema, por meterle ideología y conflicto. Son lustros viéndolo y escuchándolo. Y tengo colegas, muy respetables en Centroamérica y en Latinoamérica, que me indican que no se les escucha, que se les relega al olvido o se les invisibiliza cuando hablan del agua.

Y así, en muchos temas. Que lo digan quienes luchan por la biodiversidad, por los bosques, por los océanos, por los manglares. Y más allá de estos temas azules y verdes, los que luchan por la vida de las personas, por la justicia, contra las mafias chuscas y vulgares, contra la indiferencia atroz de gran parte de la sociedad.

Algunos, como en la película, hemos alzado con más fuerza la voz, escalando a propósito en las palabras… otros a penas se dan cuenta que hay que ser más duros y más vivenciales.

Las soluciones al tema hídrico pasan por una decisión pública y privada de invertir con inteligencia, pero el problema no es de financiamiento o de inventos aún sin descubrir.

El problema, en mi opinión, es más profundo, es un problema de la especie humana tan ensimismada en la base de la pirámide de Maslow, por placer o por sobrevivencia; ¿conoce usted alguien que podría vivir solo con internet, celular y comida?

Carecemos de una población educada y con tiempo suficiente para darle interés, energía e importancia a lo que es fundamental: nuestra agua, nuestro aire, nuestra naturaleza, nuestro vecino.

A veces ya no sé ni qué escribirles, ni qué decirles… pero aquí seguimos sin claudicar.

Creo que en países como Guatemala y el resto de Latinoamérica se necesita más y más personas convencidas, participando en sus frentes profesionales y ¿por qué no? en política también: solo cerca del poder, podrán tomarse las mejores decisiones, las mejores opciones sociales, y las que faciliten la libertad de individuos con sentido común, para mejorar.

Así que, le deseo lo mejor en este año nuevo que comienza. Que haya convicción en sus actos, fuerza y resiliencia, porque sé que usted es de esos imprescindibles de los que hablaba Bertolt Brecht.

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