Por: Lic. Luis Fernando Bermejo Quiñónez
@BermejoGt
lfernandobermejo@gmail.com
Una vez leí en redes sociales que “el ladrón más grande es el tráfico”. Muchos guatemaltecos podrán estar de acuerdo con esa afirmación, ya que la inadecuada infraestructura vial de Guatemala les roba la posibilidad de dormir más, les roba tiempo con familia, les roba productividad, les roba la paz y, en el ámbito empresarial, vuelve más oneroso el transporte de productos a los mercados locales e internacionales. Por ello, he decidido dedicarle esta y las siguientes columnas a analizar los déficits de infraestructura vial, sus causas en la normativa y los mecanismos y buenas prácticas que otros países han establecido para abordar la problemática con éxito.
Guatemala tiene un déficit importante de inversión de construcción de infraestructura pública en relación a los índices de otros países, tanto países en vías de desarrollo o comparables a éste como en relación a países desarrollados. Así según datos publicados por Fundesa (obtenidos del Banco Mundial)1 en el año 2019, si se toma el índice de formación bruta de capital fijo como porcentaje del PIB como una medida de la formación o construcción de infraestructura, Guatemala invirtió el 12% por ciento de su PIB en capital fijo. Singapur, a manera de ejemplo, invierte casi 25% de su PIB en capital fijo y Estados Unidos de América 20.74%. Sin embargo, lo preocupante es que Guatemala tiene niveles muy inferiores de formación de capital que incluso economías latinoamericanas con similar tamaño y niveles de desarrollo como Costa Rica (17.56% PIB) y Paraguay (18.76% PIB) e incluso de economías que están en un proceso de decrecimiento económico contundente como Venezuela con un índice de 16.46% PIB. Quizá incluso lo que más alarma es que de ese bajo nivel de porcentaje de formación de capital fijo es que la gran mayoría es de inversión privada no pública. Así, siempre con datos publicados por Fundesa, en el 2019 la formación de capital fijo ascendió a Q82,067.21 millones de los cuales Q8,977.09 millones correspondieron a inversión pública y Q 73,090.83 millones a privada.2
Ya enfocados en el problema de la infraestructura vial, éste presenta datos que demuestran que Guatemala tiene un importante desafío en el ámbito de construcción de red vial. Así por ejemplo, se demuestra que Guatemala tiene un amplio rezago al utilizar el índice de metros de red vial por habitante ya que Guatemala presenta con datos de CEPAL, CAF y BID publicados de Fundesa que tiene 1.07 metros de red vial por habitante, mientras que países de Latinoamérica como México y Argentina tienen 4.1 y 5.2, respectivamente, y claro, muy atrás de países desarrollados como Japón con 9.2 o de Estados Unidos de América con 20.5. Para magnificar el problema, la comparación más “justa” debería hacerse en relación a sus vecinos de Centroamérica, ya que Costa Rica presenta, con datos de 2018, 8.65 metros de red vial por habitante, Panamá 4.07, Nicaragua 3.88, El Salvador 2.37 y Honduras tiene 1.55 metros por habitante de red vial, cuando Guatemala, presenta un índice de metros por habitante de apenas de 1.07. Lo anterior demuestra que, a pesar que tiene más kilómetros de red vial que otros países como Honduras y El Salvador,en términos relativos y poblacionales, presenta un déficit importante.
El déficit relativo en construcción de infraestructura vial proviene de un lento crecimiento de la red vial del país. En los 25 años, en promedio la red vial del país ha crecido en 216 kilómetros por año, siendo su cénit de crecimiento del 1995-1999 en el gobierno del PAN con 369 km/año, el punto más bajo del 2000-2004 (FRG), con 83 km/año y en el período pasado de 2016-2020 de apenas 163 km/año. Pero no sólo es lentamente construida sino además la red vial es de mala calidad. El Foro Económico Mundial (World Economic Forum) publica un índice de calidad de la red vial y Guatemala figura en el puesto 132 de 141 del mundo con una calificación magra de 24.10 en el citado índice.3 La pobre calidad y mantenimiento se traslada a que, por ejemplo, la velocidad promedio en las carreteras principales del país – CA-1, CA-2 y CA-9) -, en promedio, haya decrecido en más de 30% a 35, 42 y 38 km/hora a datos de 2017 cuando en el 2000 se transitaba a 53, 55 y 60 km/hora, respectivamente, según datos publicados por Fundesa en el ENADE de 2017. El “ladrón más grande”, la congestión y tráfico que vivimos, tiene su origen en un parque vehicular mayor, pero también en la incapacidad de construir suficiente red vial y de mantenerla adecuadamente. En las próximas columnas abordaré las causas que dan lugar a ese bajo nivel de crecimiento de la construcción de red vial sino además a su pobre calidad o deterioro actual.
1 Obtenido de: https://www.fundesa.org.gt/content/files/publicaciones/Foro_Ley_de_Infraesctructura_Vial.pdf
2 Obtenido de: https://www.fundesa.org.gt/content/files/publicaciones/FUNDESA_- _Inversion_en_Infraesctructura_Vial_(2020)_COVID-19.pdf
3 Obtenido de: https://www3.weforum.org/docs/WEF_TheGlobalCompetitivenessReport2019.pdf