Luis Alberto Padilla

Doctorado en ciencias sociales en la Universidad de Paris (Sorbona). Profesor en la Facultad de Derecho y en la Escuela de Ciencia Política de la Universidad de San Carlos. Es diplomático de carrera y ha sido embajador en Naciones Unidas (Ginebra y Viena), La Haya, Moscú y Santiago de Chile

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La semana pasada se reunieron en Sudáfrica los líderes del bloque de países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en su XV Cumbre, algo que en términos geopolíticos es una clara evidencia de cómo el mundo avanza hacia la multipolaridad. El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, cuyo país ejerce este año la presidencia rotatoria del bloque dijo en la sesión del Foro Económico de la cumbre  que   “…los cambios que han tenido lugar en  las economías de los BRICS durante la última década han contribuido en gran medida a transformar la economía global”  subrayando, además, que actualmente los cinco países que integran el bloque constituyen  una cuarta parte de la economía mundial, una quinta parte del comercio mundial y son más del  cuarenta por ciento de la población mundial. Ramaphosa indicó también en el Centro de Convenciones de Sandton, el distrito financiero de Johannesburgo que los BRICS no solo se proponen fortalecer las relaciones entre los gobiernos sino también en el plano social se proponen “…forjar vínculos más fuertes entre los pueblos de nuestras cinco naciones». 

Por su parte, el presidente brasileño Lula da Silva defendió la creación de una moneda de común del bloque para lograr «mayor integración financiera»,  abogando por «la adopción de una unidad de cuenta de referencia para el comercio entre los países BRICS que no sustituirá a nuestras monedas nacionales» y que está destinada a facilitar las transacciones de todo tipo a fin de ir sustituyendo paulatinamente al dólar como moneda mundial,  al mismo tiempo que se  promueve la diversificación de las fuentes de pago en monedas nacionales: “…la creación de una moneda para transacciones comerciales y de inversión entre los miembros del BRICS aumenta nuestras opciones de pago y reduce nuestras vulnerabilidades…que el impulso que motivó la creación de los BRICS hace 15 años continúe inspirándonos en la construcción de un orden multipolar justo e inclusivo», reiteró el jefe de Estado brasileño. Asímismo, Lula insistió también en la importancia del papel que le toca jugar al Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), establecido por el grupo en 2015 y al frente del cual se encuentra ahora la expresidenta brasileña Dilma Roussef:  «El Nuevo Banco de Desarrollo ya representa un hito en la colaboración efectiva entre  las economías emergentes   y se espera que sea el  líder mundial en el  financiamiento de proyectos  que aborden los desafíos más apremiantes de nuestro tiempo» remarcó Lula,  enfatizando que en el plano multilateral los BRICS ya  sobresalen  por «ser una fuerza a favor de un comercio global más justo, predecible y equitativo».

Aunque el presidente ruso Vladimir Putin no viajó a Johanesburgo,  la explicación dada alude a una solicitud del presidente Ramaphosa, pues dado que Sudáfrica es un país miembro  la Corte Penal Internacional, la cual conoce actualmente un caso en el que Rusia ha sido acusada de crímenes de guerra -presuntamente cometidos la guerra de Ucrania-   diplomáticamente el mandatario sudafricano se hubiese encontrado en  una complicada situación si la Corte le hubiese pedido activar la orden de detención existente contra el jefe de Estado ruso.  Fue el canciller Seguei Lavrov quien representó a Moscú en el cónclave. Sin embargo, el presidente Putin habló en video conferencia y como era de esperarse acusó a Occidente de estar detrás de la conflagración bélica en Ucrania al promover la expansión de la OTAN. En el terreno económico recordó que los cinco países del bloque ya superan al G7 en paridad de poder adquisitivo, remarcando que el proceso de renuncia al dólar en los intercambios comerciales y transferencias financieras es algo irreversible:  «…como resultado, el porcentaje del dólar en las operaciones de exportación e importación en el marco de los BRICS disminuyó. El año pasado ascendió sólo al 28,7% de los intercambios» dijo Putin, resaltando el hecho positivo que las economìas de cada país se estan desdolarizando, algo que favorece el incremento del comercio intra bloque.   

Por su parte el presidente chino Xi Xinping, se mostró entusiasmado con la expansiòn del Bloque a nuevos países «..forjaremos asociaciones estratégicas de los Brics más fuertes (y) expandiremos un  modelo BRICS-plus, avanzaremos activamente en la expansión de la membresía, profundizaremos la solidaridad y la cooperación con otros  mercados emergentes y países en desarrollo” tomando en cuenta que unos 23  países del sur global han expresado  interés formal en ingresar al Bloque,  dentro de los cuales se encuentran países como Argentina, Irán,  Arabia Saudita, Bolivia, Cuba, Honduras, Venezuela, Argelia e Indonesia. Por cierto, al final de la Cumbre se adoptó la decisión de aceptar seis nuevos miembros: Irán, Egipto, Etiopía, Arabia Saudita, los Emiratos del Golfo y Argentina, con los cual los BRICS incrementarán su membresía a nueve países. Aunque quedó pendiente establecer cuáles deben ser los criterios de admisión, resulta evidente que los BRICS están buscando obtener más peso en la esfera tanto geopolítica como geoeconómica mundial, hasta ahora bajo la influencia predominante de Estados Unidos y de ciertas potencias europeas como Alemania, Francia o Gran Bretaña. Xi Xinping dijo también que era indispensable fortalecer los intercambios culturales y de pueblo a pueblo para fomentar el aprendizaje mutuo entre las civilizaciones: “…la historia humana no termina en una única civilización o un único sistema. Los países BRICS necesitan hacer valer el espíritu de la inclusión, abogar por la convivencia pacífica y la coexistencia armoniosa entre las diferentes civilizaciones, respetar el camino de modernización elegido independientemente por cada uno de los países, y oponerse al antagonismo ideológico, la confrontación institucional y al choque de civilizaciones”. En cuanto al primer ministro indio Narendra Modi, en su discurso enfatizó la fortaleza económica de su país, asegurando que India “sería el motor de crecimiento mundial” y acogiendo con satisfacción la ampliación a seis miembros más, añadiendo que su país siempre había creído que “la incorporación de nuevos miembros reforzaría el bloque” aunque es necesario establecer criterios de admisión.

Finalmente, en cuanto al conflicto de Ucrania todos los paises estuvieron de acuerdo en que si no hay posibilidades de llegar a una paz negociada es indispensable continuar los esfuerzos para poner fin a las hostilidades y terminar con el derramamiento de sangre. El presidente Lula subrayó que las naciones del bloque están comprometidas con lograr, por lo menos, un alto al fuego: “…estamos dispuestos a unirnos a un esfuerzo que pueda contribuir eficazmente a un pronto cese del fuego y a una paz justa y duradera”. Para concluir, habría que esperar que un bloque de países que representa más del 42% de la población mundial, 30% del territorio del planeta, el 23% del producto interior bruto (PIB) así como el 18% del comercio mundial en su forma actual (y que, a partir de enero, con la incorporación de Argentina, Arabia Saudita, Egipto, Etiopía, los Emiratos Árabes e Irán su importancia se verá acrecentada) sirva de efectivo contrapeso a los hegemonismos geopolíticos a escala planetaria.  

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