El enfrentamiento entre agentes de la PMT de San Miguel Petapa y de Villa Canales. El hecho se desarrolló a inmediaciones del kilómetro 16.5 de la ruta departamental RDGUA-1. Foto: La Hora/Captura de pantalla/Twitter

 

Un interesante video circuló en las redes sociales para dejar grabado el momento en que agentes de las Policías Municipales de Tránsito de Villa Canales y San Miguel Petapa se enfrentaron violentamente, en la repetición de disputas que se conocen desde hace tiempo y reflejan la disposición a la violencia que hay en esos cuerpos policiales. Hace pocos días comentamos del incidente en una estación del Transmetro en donde agentes de la Policía Municipal de Guatemala dieron una paliza brutal a una persona, situación que se resolvió simplemente despidiendo al más brutal de los agentes y suspendiendo al otro.

La actitud arrogante y prepotente de muchos de los agentes del orden es algo en lo que se debe reparar, pues no se trata de fenómenos aislados sino en realidad recurrentes que terminarán costando vidas. No es necesario que la autoridad superior estimule la brutalidad, puesto que es suficiente con que se hagan los desentendidos y traten con guante de seda a los agentes violentos para que éstos se sientan envalentonados, sobre todo cuando son generadores de importantes ingresos como pasa con los de tránsito que más que en el ordenamiento vial están enfocados en captar fondos para el Municipio y, a veces, para el funcionario.

La actitud de los agentes policiales es francamente preocupante porque tienen un comportamiento arrogante de entrada que debe ser seriamente considerada por las autoridades superiores a efecto de moderar actitudes que invitan a la confrontación y que pueden terminar en una tragedia. El Ministerio Público debiera ocuparse de investigar cualquier denuncia que se haga sobre acciones violentas de parte de ellos, aunque ya sabemos que por el momento esa institución está demasiado ocupada persiguiendo a los enemigos de la corrupción y no le pondrá gran atención a estos temas, tal y como actúa cuando, por ejemplo, un albañil cae de un edificio en construcción y no mueven un dedo para investigar el caso.

El último incidente, el pleito entre los agentes de las policías de Villa Canales y San Miguel Petapa, es una luz de alerta que debemos tomar en cuenta porque es evidente que existe una actitud de agresividad que puede provocar alguna tragedia. Si entre ellos no se pueden poner de acuerdo ni tratar con educación y respeto, qué puede esperar el conductor de un automóvil cuando es detenido por ese tipo de agentes que, literalmente, exudan prepotencia.

La brutalidad debe ser desterrada mediante la aplicación de sanciones enérgicas en contra de quienes la utilizan como recurso. Y la autoridad que no sanciona se vuelve cómplice de los abusos.

Redacción La Hora

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