Los casos La Línea y Cooptación del Estado fueron emblemáticos en la etapa que marcó el inicio de la lucha contra la corrupción porque develaron la forma burda en que se usa el aparato estatal para el enriquecimiento de algunos políticos y particulares y eso marcó el inicio de una etapa en la que se procedió a realizar numerosas investigaciones que se tradujeron en abultados procesos penales. En ambos fue crucial la colaboración eficaz, figura legal establecida en nuestra legislación, de los sindicados Juan Carlos Monzón Rojas y Salvador Estuardo González Álvarez, ambos cercanos colaboradores de Roxana Baldetti y quienes detallaron la forma de operar en ambos casos.
La colaboración eficaz es una figura que beneficia a quien se acoge a ella y ocurre luego de una cuidadosa evaluación de la información que se aporta. No se aplica a cualquiera, sino a delincuentes que, conociendo al detalle el modus operandi de una organización criminal, deciden trasladar toda esa información a los investigadores, lo que sirve para consolidar las pruebas fehacientes que son relevantes para diligenciar los procesos.
Ahora la Fiscalía Especial Contra la Impunidad está preparando la anulación de los acuerdos de colaboración eficaz hechos con Monzón y González, lo que tendría serias implicaciones porque buena parte de los procesos están debidamente sustentados por el detalle que ambos brindaron sobre la forma de proceder para perpetrar los crímenes que son objeto del juicio.
Es obvio que Juan Carlos Monzón y Salvador Estuardo González son odiados por los sindicados que resultaron afectados por esa forma detallada en que relataron el comportamiento de sus superiores en los más altos cargos de la administración pública y es claro que desde el 2015 los dos casos se han entrampado por distintas acciones legales interpuestas por los sindicados. Ello como parte de una estrategia de detener los procesos, en tanto se concretaba el plan de desmantelar todos los instrumentos de la lucha contra la corrupción, especialmente la comisión internacional acordada con Naciones Unidas y esa FECI que resultó tan odiosa para mucha gente.
La anulación de la colaboración eficaz ayuda, definitivamente, a sepultar los casos La Línea y Cooptación del Estado, eliminando los principales elementos probatorios que han preocupado a los que se encuentran en el banquillo de los acusados en esa escandalosa dupla de procesos penales que se vienen arrastrando desde hace más de siete años y que, por cierto, han colocado al Juez Miguel Ángel Gálvez en la mira de todos aquellos que se han empeñado, y han logrado, el logro de una amplia y absoluta impunidad.