El presidente Alejandro Giammattei habría buscado que el informe no se divulgara en su momento. Foto La Hora/Presidencia

El informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, que debió publicarse hace varias semanas pero se detuvo por la obstinada postura del gobierno de Giammattei que lo consideró una afrenta, refleja que pese a la situación macroeconómica positiva que ha mantenido el país prácticamente a todo lo largo de lo que va del siglo, los indicadores de Desarrollo Humano reflejan una situación que debiera preocuparnos y que termina explicando por qué tanta gente emigra y busca su futuro fuera de Guatemala.

Cualquier político sensato y honesto se preocupa precisamente por el desarrollo humano de los habitantes del país porque sabe que de nada sirve la acumulación de buenos resultados macroeconómicos si los frutos se quedan en pocas manos. Desde conservadores hasta progresistas, todos entienden eso que, sin embargo, se desvirtúa cuando interfiere la ambición y los fondos públicos que genera ese crecimiento macroeconómico se pierden en manos de los corruptos que se los reparten cínicamente.

La educación es uno de los aspectos con notables deficiencias que señala el informe del PNUD, destacando la ausencia de tecnología en el sistema escolar. Pero Giammattei monta un programa de televisión para comunicar a toda la población que regaló una computadora (Sí, leyó bien, una pinche computadora) a una jovencita para que pueda seguir estudiando, mientras que en nuestro vecino El Salvador el gobierno dotó de computadoras a todos los alumnos del sector público hace varios meses.

Y si profundizamos en lo que ha sido el desarrollo humano de los habitantes del interior del país tenemos que reconocer que la mayor parte de los avances que puedan existir son resultado no de una política de Estado sino simple y sencillamente del denodado esfuerzo y trabajo de nuestros compatriotas que forman parte de ese contingente de migrantes que envían remesas para mantener a sus familias. Muchos se han pasado de la escuela pública al colegio privado, no digamos los que ahora pueden comer porque mensualmente reciben dinero que les envían desde Estados Unidos.

El manejo macroeconómico es importante y positivo si el mismo tiene algún efecto en la población más pobre. Pero aquí vemos que lo que ocurre es un aumento terrible de la brecha social y eso es preocupante. Basta entender que nuestros niños son víctimas de la desnutrición crónica para entender el nivel de la pobreza existente.

Y lo peor es que el deterioro se ha agudizado en los últimos años porque se ha llevado la corrupción a límites insospechados y ello repercute en mayor retraso en el desarrollo humano de los guatemaltecos.

Redacción La Hora

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