Es importante debido a la ola de COVID-19 que enfrenta el país que las autoridades emprendan una fuerte campaña de vacunación. Foto La Hora/Salud

Es notorio el incremento de casos de un Covid-19 que tiene mucho menos complicaciones en gente que está totalmente vacunada pero que aún puede presentarlas entre quienes, por una y otra razón no se aplicaron por lo menos dos dosis de la inmunización recomendada. Pero en todo caso volvemos a lo que ya conocemos, es decir, que las medidas elementales de precaución siguen funcionando por lo que, en medio de un notable pico debemos observarlas.

Somos uno de los países del mundo con menos porcentaje de personas cubiertas por al menos dos dosis de vacunas y eso nos coloca en posición de mayor riesgo, por lo que es imperativo que nos protejamos y así podamos proteger a otras personas que pueden resultar contagiadas. El incremento de los casos va acompañado de un aumento, también de las hospitalizaciones y eso debe ser una señal de alerta para que la población, en general, muestre una actitud responsable, tomando en consideración que según los expertos y por la experiencia de otros países, esta nueva ola de contagios se puede extender e incrementar a lo largo del mes de julio.

Todos queremos volver a la plena normalidad y todos deseamos que termine la pesadilla que nos ha tocado vivir desde hace ya mucho tiempo, pero debemos entender que la mejor manera de que podamos aspirar a ello es mediante eficientes campañas de vacunación que se extiendan a todo el país y que tengan como fundamento explicaciones serias para contrarrestar la propaganda de las teorías de conspiración existentes. Se llega al colmo de la torpeza al decir que esta nueva variante ha sido creada en laboratorios para encerrar a la gente y así combatir la inflación que afecta al mundo, tesis que no tiene el menor fundamento económico ni racional.

La mejor forma de enfrentar esta nueva crisis es cuidándonos mutuamente, lo cual hará que no sea tan alto el nivel de contagios y que podamos salir más rápido de la situación complicada que, gracias a Dios, no llega a tener los índices de mortalidad que vimos hace algún tiempo, pero si podemos salvar una vida eso basta y sobra para que nos comportemos de manera responsable sabiendo que si yo me cubro nariz y boca no sólo me estoy protegiendo yo sino que estoy haciéndolo con mis semejantes.

Y, por supuesto, es preciso reducir los contactos a lo absolutamente necesario, por lo que aunque no se disminuyan los aforos de lugares públicos, en estos momentos limitar nuestra asistencia a ellos sólo cuando sea estrictamente necesario es una medida sensata y de beneficio público.

Redacción La Hora

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