El proceso de postulación de los aspirantes al cargo de Fiscal General ha puesto a la Academia en el centro de la atención porque, finalmente, serán los decanos de las facultades de derecho los que tendrán que decidir, por mayoría, quiénes integrarán la lista que será enviada a la Presidencia. Y ello ocurre justamente cuando por el tema de las tesis de doctorado de algunos altos funcionarios, se destapa la ligereza que facilita el plagio de trabajos que debieran acreditar las capacidades de los aspirantes a la máxima especialización.

Es un hecho que así como las postuladoras dieron lugar a la creación de universidades que con justicia fueron calificadas como de cartón o de garaje, en otras casas de estudio se abrió el espacio para juegos sucios en la elección o designación de autoridades con los ojos puestos en el papel que tienen que jugar como postuladores de importantes cargos relacionados con la administración de la justicia en el país, entre ellos los de magistrados de la CSJ y de las Salas de Apelaciones y el de jefe del Ministerio Público.

En esta recta final sin duda que se tendrán que caer caretas y los ciudadanos vamos a ver el papel que juega cada una de las Universidades en la vida nacional, más allá de la formación profesional de los estudiantes porque se verá la calidad ética y moral que se está enseñando a nuestra juventud en esas casas de estudio.

El tema de las tesis de doctorado es una muestra palpable de cómo hay universidades que prestan su nombre para doctorados de pacotilla que ni siquiera tienen el sustento de una tesis original, lo que da una idea de la ligereza con que se impartieron los cursos que, por lo visto, eran tan solo un formalismo para entregar el título que abre muchas puertas a los que están comprometidos con el modelo de destrucción del Estado de Derecho en el país.

La tesis doctoral en cualquier universidad del mundo, menos en algunas de nuestro país, es un trabajo de enorme importancia que sirve para evaluar las capacidades y conocimiento de los aspirantes al grado de Doctor. Y esas universidades cuidan su prestigio poniendo especial cuidado en la calificación y la originalidad de las tesis, sobre todo en estos tiempos en los que la tecnología permite acceso a mucha información, en cuenta las tesis de licenciatura que son la base de los plagios.

Y por todo ello es que el papel de los decanos en esta hora crucial será fundamental para medir el rol de sus universidades.

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