Según se conoció, los asesores del Presidente Alejandro Giammattei se han movido para lograr que lo inviten a una actividad de la facción más conservadora del partido Republicano. Foto Presidencia.

Por supuesto que no estamos hablando de la Fiscal General Consuelo Porras porque ella no puede ir a Washington, sino de cómo los asesores del Presidente Giammattei se han movido para lograr que lo inviten a una actividad de la facción más conservadora del partido Republicano a efecto de consolarle luego de que no fue invitado a la Cumbre por la Democracia organizada por la Casa Blanca para promover una reunión de Joe Biden con gobernantes de países que están comprometidos con políticas de pleno respeto a los derechos humanos y políticos, así como con la transparencia que es esencial para la subsistencia de regímenes que entienden el sentido de la participación ciudadana.

Oficialmente no se ha explicado el sentido de ese viaje de consuelo para que no sea tan burdo el desaire al régimen guatemalteco, pero si ha trascendido que se hacen notables esfuerzos por promover reuniones entre Giammattei y miembros del Congreso más afines con Donald Trump, apostando a que en las elecciones del año próximo puedan alcanzar mayoría en alguna o ambas Cámaras, lo que compensaría de alguna manera lo que le espera de tener que seguir lidiando hasta el fin de su mandato con el gobierno del partido Demócrata que ha sido categórico en destacar el peso de la corrupción en las actuales estructuras del Estado.

Lo cierto del caso es que la política exterior de Estados Unidos seguirá siendo dirigida por el Departamento de Estado, aunque no lo crea doña Consuelo Porras, y eso significa que aún con la posibilidad de un cambio en el balance de fuerzas políticas en el Congreso nuestro país seguirá en esa tenebrosa lista negra que se nutre con la inclusión de personas que son señaladas por sus actos de corrupción y el que algunos radicales puedan brindar un espaldarazo a Giammattei no pasa de ser un apoyo moral que tiene poco peso específico en cuando a las relaciones bilaterales.

No se ve por dónde pueda surgir un verdadero consuelo para un gobernante que fue marginado de la importante y significativa Cumbre por la Democracia convocada por la Casa Blanca para hacer énfasis en la necesidad de revertir los deterioros que sufren en ese campo numerosos países de la región, especialmente por el avance de la corrupción que ha desvirtuado por completo el sentido de la soberanía popular toda vez que la cooptación de las instituciones se hace de manera maliciosa para facilitar el saqueo y garantizar impunidad.

Redacción La Hora

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