Empezó ya el reacomodo de los partidos políticos que se aprestan para la próxima contienda. Primero fue la UNE, agrupación recuperada por Sandra Torres gracias al invaluable apoyo del Tribunal Supremo Electoral que dejó silbando en la loma a quienes se habían posicionado al frente del partido luego que el proceso judicial en contra de ella la apartó de la actividad política. Pero el TSE participó en la componenda para asegurar la alianza oficialista, dando a Torres un papel protagónico. El sábado fueron los Unionistas quienes eligieron su nuevo Comité Ejecutivo en el que Álvaro Arzú Escobar preside con el concurso de quien ya se ha mencionado como futuro candidato presidencial por ese partido, Enrique Degenhart, pero siendo notoria la exclusión del alcalde Ricardo Quiñónez y su gente.
Y ayer correspondió al partido Valor de Zury Ríos realizar su Asamblea General, reeligiendo como secretaria general a Ana Ingrid Bernat Cofiño de Palomo y destacando la presencia de la ex canciller de Jimmy Morales, Sandra Jovel, mientras que el partido oficial, Vamos conformó un Comité Ejecutivo en el que destacan los diputados actuales, miembros de la presente y la futura Junta Directiva, pero que designó para presidir el Tribunal de Honor a Miguel Martínez, lo que acaparó las noticias porque representa de manera directa los intereses de Alejandro Giammattei.
Se trata de tres organizaciones políticas que no son nuevas sino que forman parte ya del concepto de la vieja política que se aplica a los que se saben mover en las aguas mansas del sistema que controla, a su peculiar manera, este Tribunal Supremo Electoral que recuerda los más añejos tiempos previos a la instalación, en los años ochenta, del TSE como confiable mecanismo de supervisión y control de los procesos políticos, situación que se fue perdiendo y deteriorando tal y como ha ocurrido con prácticamente toda la institucionalidad en el país.
La participación de Zury Ríos, hija del general Efraín Ríos Montt, se da por un hecho luego de que en la elección anterior no pudo inscribirse porque se impuso la letra de la Constitución Política de la República que no permite optar a la Presidencia a los familiares dentro de los grados de ley de quienes hayan roto el orden constitucional, pero la conformación de la actual CC, que hoy preside quien fue compañero de fórmula de Ríos Sosa en ese fallido intento, se considera como garantía para que pueda participar.
Y no hay que olvidar el Presupuesto que fue aprobado ahora porque asigna abundantes recursos que servirán para emprender campañas municipales, departamentales y nacionales, no sólo mediante obra clientelar sino, sobre todo, porque habrá muchos actores con dinero suficiente para comprar candidaturas en aquellos partidos que se perfilen con alguna fortaleza.
De momento se puede decir que se vislumbran ya dos presidenciables con Zury Ríos y Enrique Degenhart.