Secretaría General de la Presidencia sigue sin recibir el Decreto 8-2021 avalado de urgencia nacional. Foto. Congreso.

Ayer se informó que de las 7,875 pruebas que se hicieron 2,273 dieron resultado positivo con el Covid y justamente hoy se sabe que ante la agresividad de la nueva variante del virus, la Organización Mundial de la Salud recomienda que aún las personas vacunadas usen mascarilla, sobre todo en lugares donde no está ni cerca la inmunidad de rebaño. En medio de ese panorama, que puede ser dantesco, los disputados no son capaces de mostrar siquiera mínimos de empatía con el pueblo y dejarán pasar un feriado largo antes de aprobar de urgencia nacional la ley de responsabilidad que nos permitiría acceso a siquiera un poco más de vacunas.

Empatía es la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos. Es seguro que una gran cantidad de diputados ya hayan sido vacunados, sea porque fueron al extranjero a hacerlo o porque el famoso cuello funciona tan eficientemente en Guatemala. Pero el grueso de la población no tiene acceso a vacunas y estamos en el penúltimo lugar del continente en términos dosis aplicadas y ya vimos que el costoso viaje del Ministro de Relaciones Exteriores a Rusia se tradujo en apenas 400,000 dosis de las 8,000,000 que ya fueron pagadas y que prácticamente están pendientes de ser despachadas.

Y por ello es que hace más falta esa empatía, ese comprender los temores de una población que ve cómo se disparan los casos a niveles que superan aún las peores épocas de contagios del año pasado, mientras las autoridades pierden el tiempo. Primero fue el atraso para decidir qué debía hacerse, si un acuerdo o un decreto, y luego en el Congreso la directiva prefiere descansar en el largo feriado sin hacer lo que hizo, por ejemplo, cuando les urgía juramentar a los magistrados de la CC que tienen el encargo y la comisión de ponerle fin a la lucha contra la corrupción y contra la impunidad.

El pueblo siempre les ha importado un pepino, pero nunca lo han demostrado con tanta insolencia como ahora, cuando en un tema de vida o muerte pierden lastimosamente el tiempo y cada día que pase sin que tengamos vacunas se condena a muchos a enfermarse y hasta a la muerte. ¡Vergüenza de funcionarios!

Redacción La Hora

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