Jorge Santos

jsantos@udefegua.org

Defensor de derechos humanos, amante de la vida, las esperanzas y las utopías, lo cual me ha llevado a trabajar por otra Guatemala, en organizaciones estudiantiles, campesinas, de víctimas del Conflicto Armado Interno y de protección a defensoras y defensores de derechos humanos. Creo fielmente, al igual que Otto René Castillo, en que hermosa encuentra la vida, quien la construye hermosa.

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Es muy conocida la célebre premisa que planteara Carlos Marx, al referir que, “el hambre es partera de revoluciones”, que vista al amparo de la actualidad y particularmente de lo que ocurre en Guatemala, diríamos que no solo el hambre la producirá, sino una serie de elementos que se conjugan y que como agua que de manera permanente va hacia un cántaro, que terminarán por romperlo.  Esta simple premisa pareciera no ser comprendida por el Pacto de Corruptos, quienes piensan que el poder y el dinero son para siempre y que este les salvará de cualquier problema.

Es muy evidente y la población cada vez lo tiene más claro, quiénes son las personas y los grupos que integran este Pacto de Corruptos que no permite que la democracia llegue al país; cada vez tiene más claro que la pobreza no es ni natural, ni un designio de Dios, sino más bien es el resultado de un pequeño grupo de mafiosos y ladrones que ostentan el poder en el país.  En Guatemala, los graves problemas estructurales como el hambre, desigualdad, inequidad, injusticia, racismo, debe de sumársele un fenómeno cada vez más conocido por la población, el cual consiste en el más burdo y vulgar saqueo, en la expoliación más profunda y en el latrocinio más severo.

Sin incluir los hechos graves sufridos por la población durante los últimos tres gobiernos, en las últimas semanas han ocurrido una serie de hechos que dan cuenta de lo rancio y podrida que está la gente que compone el Pacto de Corruptos.  Por un lado, hoy actores políticos como Álvaro Arzú, Sandra Jovel o Allan Rodríguez entre otros vociferan mentiras, se somatan el pecho o rasgan sus vestiduras, cuando sus intereses no son conseguidos, pero formaron y forman parte de lo más selecto de las estructuras criminales que componen dicho Pacto. Su más reciente y patética actuación fue en el marco de la aprobación de la amplitud presupuestaria.  También en este grupo se encuentran los organizados en las cámaras empresariales, que al unísono salen reclamando actuación, prontitud y eficiencia, cuando financiaron y continúan solapando gigantescos actos de corrupción, sin contar la vergüenza de apoyar a la peor fiscal general de la historia en el país.

Los otros hechos graves que han ocurrido, los desata, por un lado, el MP al dar continuidad a los procesos de criminalización espuria y al ya desgastado berrinche de violentar la voluntad popular, entre ellos la reciente captura de Ligia Hernández, Directora del Instituto de la Víctima.  Sumado a ello, los integrantes de la mafia que conforma hoy la Corte de Constitucionalidad continúan su labor de protección a las y los criminales que componen el Pacto de Corruptos.  Por último, un clima de violencia selectiva para aderezar con zozobra y terrorismo el Golpe de Estado que pretenden asestar.  Los Pueblos que componen esta República cada vez toman más y mejor conciencia de quienes son y de sus acciones y así como en los 106 días de Resistencia, más pronto que tarde, no les dejarán pasar más sus criminales actuaciones.

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