Jorge Santos

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Defensor de derechos humanos, amante de la vida, las esperanzas y las utopías, lo cual me ha llevado a trabajar por otra Guatemala, en organizaciones estudiantiles, campesinas, de víctimas del Conflicto Armado Interno y de protección a defensoras y defensores de derechos humanos. Creo fielmente, al igual que Otto René Castillo, en que hermosa encuentra la vida, quien la construye hermosa.

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El filósofo Slavoj Zizek recientemente ha realizado una crítica profunda a la izquierda liberal, la cual me parece muy atinada, no sólo respecto a un espectro del cuadrante político, si no también para lo que ocurre en el país.  Zizek plantea que el problema de la izquierda liberal es su moralismo extremadamente individualista, el cual le imposibilita presentarse como una alternativa realmente transformadora de las condiciones actuales en las que vivimos.  Esta izquierda está más interesada en las formas, que en el fondo del asunto y hace una metáfora para representarla con la película del director de cine Lars Von Trier, llamada Melancolía.

Al final de la película, Von Trier plantea que un planeta de nombre Melancolía amenaza con estrellarse en la Tierra y destruir la vida. Por lo tanto, es un hecho que el planeta Tierra será destruido y una de sus principales protagonistas dominada por la depresión y la inexorabilidad de los hechos no ve ninguna alternativa, pero la hermana de esta le dice a su sobrino que hay una forma de salvarse y consiste en construir una cabaña mágica que los protegerá del fin del mundo.  La tía del niño plantea este mito de la cabaña mágica para permitir que el niño muera en paz y con la esperanza de que se salvarán de la destrucción total y al lado de sus seres amados. En la escena final de la película se observa a los tres protagonistas, las dos mujeres y el niño, tomados de la mano y con los ojos cerrados, mientras Melancolía se va acercando hasta que se estrella y todo muere.  Pues bien, dice Zizek que este mito de la cabaña mágica es un símil perfecto para describir a la actual izquierda liberal, en el sentido que reviste la esencia de las cosas y que en vez de estar buscando la transformación radical que beneficie a toda la población y al propio planeta Tierra, se resguarda bajo esta cabaña mágica; haciendo cambios individuales que no modifican en nada la estructura  del problema, lavándose las manos y construyendo una narrativa en donde se cree estar haciendo políticas transformadoras, cuando en realidad no lo son.

Planteando este mismo símil de la película, mientras el Pacto de Corruptos a manera del planeta Melancolía amenaza permanentemente la voluntad popular, el gobierno de Arévalo se resguarda en su cabaña mágica, esperando así salvarse del impacto del golpe de Estado que se cierne en sus puertas. Esta cabaña mágica tiene por paredes la visión naive de que el problema del Sistema de Justicia y particularmente el del MP se resuelva con legalismos y con el súbito cambio de los criminales que hoy dominan la CC y CSJ. Lo contrario sería que el presidente haga uso del artículo 251 constitucional y destituya a la actual Fiscal General y se enfrente a la mafia enquistada en la CC, para así verdaderamente sentar las bases de la construcción democrática y la garantía de los derechos humanos.

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