La sociedad guatemalteca logró con su voto y la lucha popular llevar a Bernardo Arévalo y karin Herrera a la Presidencia y Vicepresidencia de la República, lo cual, aunque se escriba y lea fácil, fue un recorrido de casi 6 meses, donde las y los integrantes del Pacto de Corruptos, plantearon una gama de acciones tendientes a impedir que la voluntad popular lograra su objetivo. La estrategia diseñada para reinstaurar un régimen autoritario, dictatorial y que diera rienda suelta a la corrupción, impunidad y violencia fue detenida temporalmente por el gigantesco esfuerzo y lucha de los Pueblos que habitan en este país.
Incluso el 14 de enero, día de la transición de mando, existieron intentonas golpistas por parte del expresidente de la República Alejandro Giammattei y la fiscal general Consuelo Porras, que fueron derrotadas gracias a la valentía y presencia de los Pueblos hasta altas horas de la noche y madrugada para impedir que los mafiosos lograran su objetivo. Poco tiempo duró el cese de estas acciones que, estos grupos de criminales, encabezados por la fiscal general emprendían. Primero, dieron el golpe contra el Organismo Legislativo, al suspender al Movimiento Semilla, impidiendo así que asumieran la presidencia de la Junta Directiva y la participación en las comisiones de trabajo. Luego continuaron con el curso de la criminalización en el caso USAC, donde utilizando a la Universidad pretenden colocar otra denuncia contra el presidente Arévalo, periodista, personas defensoras, estudiantes y sindicalistas, en una estrategia de desgaste al Organismo Ejecutivo.
A la fecha se han documentado 10 acciones legales contra el presidente democráticamente electo Bernardo Arévalo, más acciones contra el TSE, el Movimiento Semilla y en contra de sus miembros, más la continuidad de la criminalización contra personas defensoras de derechos humanos. Esto nos indica que el Golpe de Estado sigue su curso, como si se tratará de una montaña rusa, en donde a veces la ruta se pone más lenta y de pronto mucho más rápida y acelerada, pero con una clara ruta trazada que no variara en absoluto a menos que se intervenga en su estructura. Mientras todo esto pasa, existe la percepción popular de que el Organismo Ejecutivo no hace mucho para detener el Golpe y a quienes participan en estas acciones ilegales que rompen nuestro ordenamiento jurídico. A todo ello habrá que sumar varias acciones que desde el Ejecutivo no han cesado, como los desalojos violentos.
Pocos y malos esfuerzos de comunicación, así como poca contundencia de acciones han marcado estos primeros seis meses de gobierno, teniendo en sus manos un claro mandato popular, de dar por terminada la función de Consuelo Porras como fiscal general y jefa del MP. El llamado ciudadano y popular sigue siendo el mismo y cada vez con más encono al presidente Arévalo: o saca a la fiscal general y sus aliados o ella y su grupo criminal terminará por sacarlo a él y con él las aspiraciones de los Pueblos por transformar el Estado.
