Jorge Santos

jsantos@udefegua.org

Defensor de derechos humanos, amante de la vida, las esperanzas y las utopías, lo cual me ha llevado a trabajar por otra Guatemala, en organizaciones estudiantiles, campesinas, de víctimas del Conflicto Armado Interno y de protección a defensoras y defensores de derechos humanos. Creo fielmente, al igual que Otto René Castillo, en que hermosa encuentra la vida, quien la construye hermosa.

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De los Acuerdos de Paz a la presente fecha, la sociedad guatemalteca ha atravesado por una importante cantidad de diálogos, pactos, grandes consensos y otros nombres que pretendían alcanzar acuerdos sobre temas fundamentales para el desarrollo del país.  Algunos de estos diálogos estando ya contenidos como compromisos en la agenda de la paz, requerían de ampliación o profundización y al igual que con otros temas siempre, pero siempre han terminado con el retiro del sector empresarial que representa a la oligarquía.  Tan sólo dos ejemplos son necesarios para verificar la veracidad de estos hechos, el primero de ellos, el desarrollo de la institucionalidad agraria que emana del Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria, que al momento de la toma de decisiones sobre un Código o sobre tribunales que regulen este importante tema, para variar los privilegiados abandonaron el proceso.  O bien con el tema de la estructura fiscal en el país, cada vez que se ha intentado abordar el tema y en particular el de los impuestos directos o la inversión social, salen despavoridos en tanto que sus históricos intereses se verán afectados. 

Para la oligarquía guatemalteca representada en el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF) los llamados a diálogos o pactos por la gobernabilidad han representado y representan, los deseos de este pequeño grupo de la población, de mantener y sostener sus privilegios y enderezar a su favor aquellos aspectos de una sociedad que busca permanente y sistemáticamente el desarrollo económico y social.  En la actualidad, Guatemala se encuentra de nuevo en una profunda crisis y nuevamente este sector convoca a un pacto o acuerdo por la gobernabilidad, poniendo de frente sus intereses por encima de los del bien común y las grandes mayorías en el país.  A este grupo gremial, no le interesa genuinamente la gobernabilidad, sino le interesa conservar el status quo que les permite ser quienes han sido durante siglos.  

Cabe mencionar, que la profunda crisis que hoy nos aqueja en buena medida ha sido provocada de manera intencionalmente por este grupo de la población.  Estamos hablando que son quienes han diseñado el modelo económico en el país y que a pesar de su fracaso siguen sosteniendo por el redito que les trae.  Este modelo económico es el responsable de la pobreza y las altas tasas de migración de guatemaltecos y guatemaltecas.  Son ellos quienes han liderado el modelo de Estado vigente y han sido los principales financistas de las mafias que nos han gobernado por casi 70 años.  Son ellos, los que incluso han premiado y sostenido a la actual Jefa del Ministerio Público, son ellos quienes han financiado la política de criminalización, pero, aun así, como que no les circulará sangre en el rostro, salen a llamar a un dialogo.   Si la gobernabilidad les importara un poco estarían volcados, no sólo del diente al labio, sino decididos a defender la voluntad popular y estarían junto al Pueblo deteniendo el Golpe de Estado en desarrollo.

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