Esta icónica frase, presumiblemente atribuida al gran poeta salvadoreño Roque Dalton, expresa sin lugar a dudas el sentimiento que embarga a una gran mayoría de la población guatemalteca, dado que, a dos días de llevarse a cabo la segunda vuelta electoral, el Pueblo está cada vez más cerca de vencer en la primera batalla de muchas. Este domingo 20 de agosto, si todo transcurre con normalidad y los actores golpistas aglutinados en el Pacto de Corruptos, no interfieren más en el proceso electoral, la evidencia material nos dice que, sin lugar a dudas que, el próximo Presidente de la República será Bernardo Arévalo y que la próxima Vicepresidenta será Karin Herrera del Movimiento Semilla.
Pero este triunfo será el primero de muchos que tendremos que gestar como Pueblo, no sólo es llevar a Bernardo y Karin a la presidencia y con ello a un equipo de trabajo al Organismo Ejecutivo, será la importante labor de derrotar y derrocar a quienes por alrededor de 70 años han gobernado esta patria, empobreciéndola, violándola y vilipendiándola en lo más profundo de ser. Sacar a Guatemala de este largo período de muerte, revivirla y llevarla de nuevo al sitio que se merece, será la tarea que debemos echarnos sobre los hombros. Es necesario que comprendamos que alrededor de la presidencia de Arévalo debemos de construir Poder Popular, que genere una nueva correlación de fuerzas, frente a un Congreso de la República dominado por las mafias y frente a un Sistema de Justicia cooptado por quienes la han sumido en la podredumbre más absoluta y que sin lugar a dudas se convertirán en los actores que serán la punta de lanza del grupo más reaccionario, que enfrentará el nuevo Gobierno.
Para ello, el primer paso será articular un movimiento político social, donde nos aglutinemos los sectores democráticos, progresistas, de izquierda y revolucionarios, donde podamos organizarnos quienes deseamos vencer a los históricos males estructurales de este país; Pueblos Indígenas y sus autoridades, resistencias pacíficas, movimientos sociales y populares, movimientos campesinos, de mujeres y jóvenes, grupos de profesionales y académicos honestos, grupos gremiales que defienden la democracia y los derechos humanos, entre otros y acompañar al próximo Presidente y Vicepresidenta en su toma de posesión el 14 de enero de 2024. Eso significa acompañar al Movimiento Semilla a librar la guerra en su contra, desatada por los golpistas, particularmente del Ministerio Público y ciertos juzgados al servicio de las mafias. Este grupo de golpistas liderado por Giammattei, viejos militares en situación de retiro, miembros del crimen organizado, pequeños grupos de fanáticos organizados en fundaciones y asociaciones de la extrema derecha y financiado por algunos grupos oligárquicos, darán la batalla para no permitir que les quiten de la mano el sistema corrupto e impune que hoy les protege.
De ahí que necesitamos construir esta fuerza y poder popular que enfrente y sea capaz de derrotar al Pacto y construir una nueva Guatemala, en donde el Pueblo pueda decir vencimos y conseguir así vida digna para todos y todas.