Jorge Santos

jsantos@udefegua.org

Defensor de derechos humanos, amante de la vida, las esperanzas y las utopías, lo cual me ha llevado a trabajar por otra Guatemala, en organizaciones estudiantiles, campesinas, de víctimas del Conflicto Armado Interno y de protección a defensoras y defensores de derechos humanos. Creo fielmente, al igual que Otto René Castillo, en que hermosa encuentra la vida, quien la construye hermosa.

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La comunidad internacional a través de las respectivas Embajadas acreditadas en el país, cancilleres, órganos de las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos -OEA-, las Misiones de Observación Electoral y la mayoría de países latinoamericanos, han emitido pronunciamientos y llamados al Gobierno de Guatemala, para que sean respetados íntegramente los resultados electorales del pasado 25 de junio y se permita en el mayor marco de libertad y garantías plenas, la segunda vuelta y con ello la participación de Bernardo Arévalo y Karin Herrera para la presidencia y vicepresidencia.  Incluso recientemente varios actores pro corrupción e impunidad que hoy se han convertido en los rostros públicos del Golpe de Estado que está en marcha, han sido incluidos en la famosa Lista Engel, por representar intereses mafiosos y de corrupción dentro del Estado guatemalteco.

Estos actores golpistas, encabezados por el propio Presidente de la República Alejandro Giammattei, su pareja Miguel Martínez, la Fiscal General Consuelo Porras, los fiscales de la Fiscalía Especial contra la Impunidad Rafael Curruchiche y Cinthia Monterroso, el Secretario Privado del MP Ángel Pineda, Magistradas y Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de la Corte de Constitucionalidad, jueces criminales de la talla de Fredy Herrera, la delincuencia organizada en la Fundación de Terroristas y algunos financistas de la oligarquía guatemalteca, son quienes a través de ilegalidades y amenazas no desean que exista segunda vuelta, ante la certeza de que el Movimiento Semilla ganará las elecciones y con ello perderán buena parte del control del Organismo Ejecutivo, así como en aquellas instancias donde haya representación de este alto órgano.

Hoy Guatemala, está disputando frente a este pequeño grupo de delincuentes el futuro del país, los próximos 30 o 40 años podrían quedar en manos de esta gente y con ello, profundizar los históricos males que aquejan a la población o bien empezar un camino que aunque arduo de construcción de una Nación en donde quepamos todos y todas y en donde se nos permita vivir en dignidad. De este tamaño es la lucha de lo que estamos librando.  Luego de muchos años de silencio y permisividad, la comunidad internacional está haciendo su labor, ahora nos corresponde a nosotros y nosotras, el Pueblo de Guatemala poner en definitiva un alto al Golpe de estos delincuentes y derrocar de una vez y por todas a la alianza criminal que conforma el Pacto de Corruptos. El Presidente, la Fiscal General y todos sus aliados no van a renunciar, es imprescindible que el Pueblo los expulse de sus cargos.

Debemos articular el más amplio frente común social y popular y movilizarnos activamente en toda la República, detener toda actividad comercial de los grandes financistas del Pacto de Corruptos y promover un Paro Nacional que no se detenga hasta que salgan de sus puestos y con ello, la población tendrá garantías de asistir a la segunda vuelta, el 20 de agosto, con seguridad y libertad plenas y así llevar al Movimiento Semilla a la presidencia y al tan anhelado cambio.

 

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