Las últimas leyes aprobadas en el Congreso de la República mostraron algo inusitado.  El Partido Semilla consiguió votos para aprobar las reformas a la Ley Contra el Terrorismo, pero a cambio se permitió que se aprobara un presupuesto de ingresos que permitiera contar con fondos para los Consejos de Desarrollo y los alcaldes en cantidades elevadas.

Ciertamente, es una manera de negociar y de conseguir propósitos de largo aliento, como los cambios a la ley contra el terrorismo, una ley que beneficia a Semilla, pero, ¡Oh sorpresa!, el juez Fredy Orellana, presto a evitar que se resolviera el asunto de semilla con esta nueva ley, inmediatamente –solícito que es él–, a cancelar el Partido Semilla en una sola resolución –sin duda ilegal–, pues únicamente el Tribunal Supremo Electoral tiene esta potestad, pero conociendo cómo se mueve el sistema, tal vez el TSE plantee una resolución contraria y favorezca a Semilla, pero –estoy casi seguro y ojalá me equivocara–, la Corte de Constitucionalidad apoyará tal resolución del Juez Orellana.

Como dije, ojalá me equivocara, me gustaría que los diputados de Semilla recobraran su protagonismo en el Congreso, pero creo que nuevamente el sistema corrupto, en donde la CC no se queda atrás, buscarán efectivamente evitar que Semilla pueda volver a recobrar todas sus potestades dentro del Congreso, con lo cual el resultado de la nueva forma de negociar leyes a cambio de votos, resultará extremadamente cara, tanto para Semilla, como para la sociedad.

El otro problema, es que Semilla cuenta con aliados poco confiables, los ex de la UNE no son ningunos angelitos, ni tampoco son diputados que planteen un mejor futuro para nuestra sociedad. El mismo actual Presidente del Congreso de la República fue Director de la Policía de uno de los anteriores regímenes –Pérez, Morales y Giammattei–, que han sido los peores en la historia democrática, y los otros tampoco ostentan grandes créditos en sus actuaciones, como para pensar que de la noche a la mañana cambiaron y se encuentran alineados con generar transformaciones para el país.

Por otra parte, aceptar el incremento en los sueldos de los diputados en cifras realmente exorbitantes, deja un sabor amargo en la boca de todos, cuando sabemos cuál es el comportamiento de los representantes.

Así que la situación para Semilla, se torna, desafortunadamente, difícil de cara a la potencialidad de generar cambios de fondo para el país y tal como ellos mismos pudieron vivir, realizar las reformas del Ministerio Público para poder destituir a la actual Fiscal General, no fue apoyada por la alianza que sí aprobó el presupuesto, e igualmente cuando los diputados se encuentran sentados en su curul con emolumentos que nunca en su vida hubieran soñado.

Esto pone al actual régimen de Gobierno, en una posición sumamente complicada. Pues sin duda, el presupuesto era una herramienta de negociación, pero terminó sin conseguir los apoyos políticos para darle viabilidad a la destitución de la fiscal.  Bueno, ¿y ahora qué?, pues la situación se complica aún más de cara al futuro, pero mientras ello ocurre, el desencanto en la población y los movimientos de los pueblos originarios y populares se acrecienta.

La narrativa que todos utilizan es que a Bernardo Arévalo se le otorgó la confianza a través de los votos en las pasadas elecciones y que por ello todos lo instan (lo instamos) a actuar políticamente y tomar decisiones difíciles pero que son trascendentales, ya no sólo para el actual gobierno, sino resultan fundamentales para el futuro de la sociedad.

Esto choca evidentemente con la postura del mandatario.  Esto se puede evidenciar cuando en su última conferencia de prensa el periodista Ferdy Valiente le indicó al Presidente “si no era el momento de somatar la mesa”, pero contradictoriamente Bernardo Arévalo se enojó, cuando en realidad esa era la pregunta que debía haber respondido para el pueblo y mostrar justamente que su espíritu y esfuerzo se encuentra en esa línea. Lástima que el temperamento le afecta al actual mandatario, pues creo que responder a esa pregunta le hubiera dado bonos, pero contrariamente los perdió.

Aun así todos tenemos fe, todos confiamos en un cambio de rumbo, en un golpe maestro que seguramente todos vamos a apoyar, si el movimiento es a favor del futuro de nuestra sociedad, ojalá que el Presidente lo pensara con más profundidad.

Juan José Narciso Chúa

juannarciso55@yahoo.com

Guatemalteco. Estudió en el Instituto Nacional Central para Varones, se graduó en la Escuela de Comercio. Obtuvo su licenciatura en la USAC, en la Facultad de Ciencias Económicas, luego obtuvo su Maestría en Administración Pública INAP-USAC y estudió Economía en la University of New Mexico, EEUU. Ha sido consultor para organismos internacionales como el PNUD, BID, Banco Mundial, IICA, The Nature Conservancy. Colaboró en la fundación de FLACSO Guatemala. Ha prestado servicio público como asesor en el Ministerio de Finanzas Públicas, Secretario Ejecutivo de CONAP, Ministro Consejero en la Embajada de Guatemala en México y Viceministro de Energía. Investigador en la DIGI-USAC, la PDH y el IDIES en la URL. Tiene publicaciones para FLACSO, la CIDH, IPNUSAC y CLACSO. Es columnista de opinión y escritor en la sección cultural del Diario La Hora desde 2010

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