Es indiscutible que este nuevo régimen está cambiando totalmente la forma y el fondo de gobernar. No es fácil. Romper con inercias de 12 años recientes, pero sumándole el resto de años de democracia, la situación se torna difícil. Acá haría un punto de inflexión que fue el Congreso de la Democracia Cristiana que sí impulsó leyes diferentes para la época.
En este nuevo espacio de tiempo, el nuevo Gobierno de Arévalo ha demostrado mucha hidalguía en varios aspectos que muestran a la sociedad, una nueva forma de hacer Gobierno, los cambios se sienten, los movimientos se hacen notar, las actitudes muestran su valor. Claro, no es fácil, la presión por cambios inmediatos, aunque es lógica, debe matizarse, no se puede cambiar todo inmediatamente. Como bien se dice “Roma no se construyó en un día”, pero estimo que se ha avanzado en diferentes campos y también considero que los pasos han sido positivos.
La elección de gobernadores será en pocos días. Por supuesto, que ya salieron los mañosos para arreglar que los nominados sean de esa misma estirpe, pero creo que eso es justamente el momento en el cual las triquiñuelas del pasado, se van agotando, se van haciendo mayormente absurdas y la gente poco a poco se da cuenta de cómo actuaban y cómo pretenden seguir.
Para muestra un botón. Vean ese espacio que el propio diputado Allan Rodríguez llamó el Búnker, dígame lector, si eso no es una burla a nuestra inteligencia, claro un búnker es un lugar también para encerrarse, para esconderse y seguro para eso lo hicieron. Que no me venga este señor a decir que era un “espacio de oración”, sólo porque no cabe la expresión que inmediatamente diríamos los guatemaltecos, pero qué capacidad de falsear, de engañar, de decir estupideces.
Yo me pongo a pensar, cómo Totonicapán que es un pueblo resiliente, un pueblo revolucionario históricamente, cómo pudieron, pero cómo se atrevieron a votar por ese tipejo Allan Rodríguez, es increíble, pero espero que el pueblo de Totonicapán sabrá cambiar la historia en la próxima elección y hundirlo para el olvido.
El presidente Arévalo condecoró a varias mujeres, pero entre ellas destacó el honor que le hicieron a la abogada Virginia Laparra, una mujer con una entereza impresionante que aguantó humillaciones, abusiveces y todo tipo de actitudes abyectas y resistió hasta salir libre, me alegra mucho este reconocimiento. Honor a quien honor merece y seguramente así de bien merecidos los reconocimientos al resto de personas en este acto.
Es preciso comprender que los cambios requieren de su tiempo para ejecutarse, para hacer los arreglos correspondientes, pero lo importante es tomar los pasos en esa nueva línea, hay que establecer una nueva narrativa de acá en adelante y seguro la sociedad lo podrá observar y sentir directamente.
Ahora, seguir con la Fiscal General constituye un obstáculo enorme para este régimen, es imprescindible salir de ella, ojalá la idea del antejuicio camine, pero que no se les olvide que la Corte de Constitucionalidad, se convertirá en la corte del Veto de cualquier cambio positivo para la sociedad y será la que allanará el camino para liberar a pícaros y ladrones.
Responder al cúmulo de demandas y expectativas de una sociedad ansiosa de cambios es difícil, pero seguro significa también que las problemáticas postergadas por gobiernos inútiles, poco a poco se irán implementando.
La sociedad espera mucho, el Gobierno tiene recursos limitados, pero en la entereza de sus decisiones se verá su capacidad para enfrentar el futuro.