La situación actual atraviesa por una –como dirían nuestros padres y abuelos–, “calma chicha”; es decir, un momento que aparenta tranquilidad, pero en el fondo seguramente algo se sigue fermentando esperando el espacio propicio para atacar de nuevo. Pareciera que la aceptación del amparo provisional de la CSJ con respecto a la denuncia de Semilla contra la fiscal general (así con minúsculas) y sus fiscales falderos, provocó un golpe que los ha hecho retroceder, por lo menos, temporalmente.
Creo todo este embate en contra de Semilla, no es más que una forma de buscar arrinconar y presionar al Presidente electo, Bernardo Arévalo y su Vicepresidente, Karen Herrera, para obligarlo a sentarse a hablar con los grupos vinculados al poder económico, al Ejecutivo y el Legislativo, para que acepte ciertas condiciones, así como no haga determinadas cosas y también, por supuesto, que nombre a funcionarios –que siempre han sido puestos–, por el sector privado.
Estos espacios de “calma chicha” deben ser aprovechados por el partido Semilla para articular su Agenda Estratégica, un documento que no necesariamente es el plan de gobierno, sino son aquellas medidas que se van a tomar en el corto, mediano y largo plazo por el nuevo régimen, pero justamente son eso decisiones estratégicas que representan aquellas acciones que muestren una nueva forma de gobernar, así como que dichas acciones buscan generar un ambiente distinto y mostrar al pueblo que no son lo mismo.
Seguramente, ya se mencionan varios nombres de ministros, es normal, pero ayer con Mónica coincidíamos que tres son las características fundamentales: honorabilidad, experiencia y esos otros atributos que no se pueden referir acá, para enfrentar a ese monstruo “grande y que pisa fuerte”, este momento se está apuntando a la muerte de un viejo sistema que no quiere morir, lleno de corrupción, impunidad y privilegios, contra otro que busca volcarse a favor del interés general, del bien común, ni más ni menos, de los primeros artículos de la Constitución Política actual.
Pero en este espacio de tiempo, en el Congreso de la República, se están tejiendo iniciativas a la carrera que pretenden montar leyes retrógradas y regresivas como la amnistía para los miembros del Ejército, incluir a la guerrilla no es más que una argucia para decir que es para todos, pero esto es violatorio del Derecho Internacional que goza de preeminencia cuando se habla de derechos humanos y de crímenes de lesa humanidad, un auténtico monumento a un pasado ominoso, pero que demanda justicia, no olvido como muchos pretenden.
La supresión del juzgado de primera instancia penal de delitos de Femicidio y violencia sexual, es una muestra de estas leyes a la carrera y que, en este caso, representan una regresión seria para la sociedad y especialmente las mujeres. Mis amigas y amigos de DESC, ayer hacían un recuento de varias cuestiones que se han quedado en el limbo legal, como por ejemplo, derogaron el reglamento de la Academia de la Policía Nacional Civil y no han publicado otro.
También derogaron el acuerdo gubernativo que permitía al Mineduc contratar maestros por medio del renglón 021 y no se ha publicado nada nuevo al respecto. Adicionalmente, aprobaron una figura legal que permite la aprobación de iglesias evangélicas en forma expedita, igual crearon un nuevo viceministerio en el MAGA.
En la orden del día para este miércoles 27 de septiembre, se tienen en agenda cuestiones como exenciones del IVA para la Alianza Evangélica, la Fundación Social de la Iglesia Católica, la ley de fortalecimiento para la paz que su nombre encubre una amnistía para los hechos durante el Conflicto Armando Interno.
Y así suman una serie de iniciativas a la carrera, pero que buscan dejar establecido un legado conservador, retrógrado y regresivo para una sociedad como la nuestra. Así, mientras tanto, se cocinan recetas del peor y más añejo puño negacioncita y reaccionario de una realidad que se impone y una sociedad que busca modernidad.
