Juan José Narciso Chúa
En solidaridad con Camilo García
Nuestra alma máter sigue dando de qué hablar, penosamente tengo que referirme a hechos que resultan cuestionables desde cualquier punto de vista, pero que al final constituyen parte de un entramado que el actual Gobierno ha tejido, involucrando a la propia USAC, como parte de esa cadena de corrupción e impunidad que nos tiene aherrojados e indignados, pero ello obliga a redoblar esfuerzos por la resistencia y la lucha contra este sistema ominoso.
Es de todos sabido cómo asumió este rector (con minúsculas) haciendo uso de los trucos que el sistema utilizó en las elecciones pasadas (evitando la inscripción como candidata de Thelma Aldana), así como hoy hacen lo mismo al evitar la inscripción de Thelma Cabrera y de Jordán Rodas. La elección en la USAC evitó la participación de electores mediante “guizachadas”, pero la resistencia estudiantil no se hizo esperar, así como de los diferentes grupos de profesores y graduados de esta casa de estudios en contra de esta elección, este rector y su grupo de adláteres.
A pesar de la saber que la elección fue fraudulenta, se debe también indicar que el proceso de deterioro de la USAC no es nuevo y prácticamente se inicia desde la llegada de rectores que en su paso por la USAC y los diferentes Gobiernos han mostrado su baja calidad profesional, vinculándose a regímenes como el de Jimmy Morales, el caso de Jafeth Cabrera es un ejemplo de sinvergüenza, luego Fuentes Soria, le facilita el ingreso al Parlamento Centroamericano a este perverso presidente Jimmy Morales, otro ejemplo de su falta de dignidad.
Pero igual, los casos de Estuardo Gálvez y Murphy Paiz, son una muestra del nivel tan bajo al que ha llegado la USAC y hoy el caso de este nuevo usurpador de rector Walter Mazariegos, constituyen eslabones de una cadena de corrupción y de degradación del nivel de rectores que ha venido acumulándose hasta el día de hoy.
Sin embargo, en esta nueva fase de deterioro, el estudiante de Ciencias Químicas, Camilo García, haciendo uso de su libertad de expresión, como representante estudiantil ante el Consejo Superior Universitario y dentro del marco de un cuerpo colegiado que es justamente de debate, de decisiones estratégicas, de planteamiento de propuestas y donde existen diferencias y distintos puntos de vista, al referir sobre cómo asumió este rector, justamente en su papel de usurpador de una rectoría que ganó como fruto de un fraude, deciden con la votación de 22 miembros del Consejo Superior Universitario, expulsar a Camilo García de la propia USAC; es decir, el derecho a disentir y a la libre expresión, concluye con una acción punitiva contra un representante electo ante el CSU.
Ayer circularon los dictámenes elaborados por una abogada que trabaja en la USAC y que es parte de este grupo que trabaja con Mazariegos, aceptando y justificando dicha expulsión. Cuándo se habrá visto que el CSU expulse a un estudiante electo como representante estudiantil de su facultad ante el CSU, en donde cuenta con plenos derechos de aprobar y disentir, ¿hasta dónde estamos llegando? Camilo García es un estudiante con promedio de 84 puntos que se encuentra a un nivel bastante avanzado de su carrera, se imaginan qué podrá hacer él para continuar su carrera, cómo pueden desprestigiar a un patojo universitario que es un buen estudiante.
La cobardía llega a niveles absurdos, casi demenciales. La desesperación de un grupo que alcanza el poder en forma anómala, puede caer en acciones punitivas cómo ésta y evidencia que no les importan los medios para mantenerse en el poder. Una situación que hoy se denota también en el caso de las elecciones que pronto ocurrirán y que el bloque en el poder (el pacto de corruptos) va a llevar a los extremos. No les va importar hacer uso de trucos, de amaños, de guizachadas y hasta de llegar a acciones completamente deleznables. Es un momento peligroso para nuestra sociedad, la USAC es una muestra de ello, pero el actual régimen también ha dado muestras de hasta dónde pueden llegar. Camilo García merece continuar estudiando, merece ser un graduado en su carrera, lo actuado por el CSU es completamente arbitrario y deben revocar esa absurda decisión.
