Juan José Narciso Chúa
Para los funcionarios del actual gobierno las relaciones internacionales son cosa sencilla para lo cual tendieron una estrategia que, por lo que se puede percibir, descansa en tres ejes fundamentales. El primero, mucho lobby o cabildeo en el Congreso y el Senado estadounidense, para lo cual cuentan con la oportuna coincidencia que los grupos de las élites ya habían entablado una ruta y abierto ciertos espacios, principalmente con los grupos republicanos y apostándole que en el recambio de cámaras posiblemente retoman el poder de los grupos de Trump, así como suspiran por el retorno de él a pesar de sus discordancias y devaneos.
El viaje del actual canciller –por cierto, que mal hemos ido caminando en los funcionarios que ocupan este puesto, personajes desconocidos, grises y sin capacidad mínima de entendimiento de las relaciones internacionales-, a Estados Unidos, justamente va en esa línea, buscando “oler” cómo se encuentran las cosas allá y la percepción que se tiene de este régimen corrupto y chambón. Seguramente, después de su periplo manifestará que él no encontró nada contrario, por lo que es pertinente continuar y profundizar la cooptación del Estado, la juerga de la corrupción, el alineamiento de poderes del Estado y el control de órganos de contrapeso como el Tribunal Supremo Electoral, la Corte de Constitucionalidad, la Contraloría General de Cuentas y se aprestan a nombrar a un Procurador de Derechos Humanos ad hoc a sus intereses.
El segundo eje descansa en reproducir y ampliar las incautaciones de droga, para tocar una tecla sensible en Estados Unidos, justamente con la DEA, así como capturar a algunos capos del narcotráfico pero que se encuentran fuera de la esfera de los grupos que hoy constituyen poderes emergentes que descansan en operaciones de acción u omisión. Esto seguramente expresa, en la apariencia, darle un “dulcito” al actual régimen estadounidense, con la idea de entretener, más que actuar decididamente contra este flagelo que cada vez es más amplio, cuenta con mayor cobertura geográfica y aparece cada día más. Jugando con fuego, diría mi mamá.
El tercero y no menos importante, se centra en plantear en eventos, discursos o discusiones con funcionarios de la Embajada y funcionarios del departamento de Estado o cualquier otro, mostrando su distanciamiento de China, utilizando argucias como la que señaló el propio mandatario indicando que “le preocupa el avance significativo de China en Centroamérica” o planteamientos similares, pero que en el fondo, son únicamente “cortinas de humo” pues la cancillería ni los otros ministerios cuentan con estudios acerca del peso de China en el mundo, así como, dentro de esta misma lógica, se acercan a Taiwán –con quienes generaron una fractura con pretender ejecutar el resto de la autopista al Atlántico vía Gobierno y no directamente por parte de Taiwán.
Sin embargo, se le olvida al actual mandatario que mintió a la Vicepresidenta Harris, y no sólo le mintió, la engañó en relación a la necesidad de fortalecer a la FECI, así como de apoyar al Fiscal Juan Francisco Sandoval y ni hablar del caso de la jueza Aifán. Este juego perverso de parecer dócil aliado de los Estados Unidos y aparentar atender líneas de trabajo urgentes para ellos, se contrasta con la construcción en paralelo de una dictadura “democrática e institucional”, que poco a poco ha ido cerrando espacios para la oposición de cualquier expresión, ha venido destruyendo el Estado de Derecho -el rule of law tan importante para los vecinos del norte-, ha tomado control de todas las instituciones, los poderes y las entidades de contrapeso y casi se apresta a nombrar para un segundo período a Consuelo Porras, así como la CC ha jugado su papel en esta línea deteriorando el Estado de Derecho y favoreciendo a criminales.
La situación ciertamente no es para preocuparse hoy que se encuentra gozando de las mieles del poder, pero el engaño, la mentira y jugar con funcionarios de tan alto nivel, no se va a quedar así, eso sí es seguro. Así que Giammattei seguirá con su juego perverso, pero el “boomerang” retornará con fuerza tarde o temprano, pero siga señor, no se preocupe ahora, pero después…