Juan José Narciso Chúa
La actual coyuntura política ha venido demostrando hechos que anteriormente se anulaban con la maquinaria de información del Gobierno o con el uso de desinformación por parte de medios vinculados a las élites y el propio trabajo de las élites para descalificar movimientos.
Hoy la situación ha cambiado dramáticamente en términos de la apertura impresionante de la información por distintos canales, redes y medios. Sin embargo, lo más interesante ha sido el despliegue inusitado de medios digitales que se han convertido en auténticos espacios para el periodismo de investigación.
Pero a ello se ha sumado un trabajo constante de espacios serios en el Tweeter de periodistas inquisitivos que nos muestran con claridad meridiana lo que está pasando y aquello que sucede que aún no llega a los medios escritos que como La Hora y el Periódico, se han volcado de lleno a lucha en contra de la corrupción y la impunidad, recreando noticias, opiniones e investigaciones que contribuyen a esclarecer hechos pero todo con el objetivo de convencer a la ciudadanía de la necesidad de informarse y participar activamente en la vida nacional, principalmente hoy cuando el país nos lo demanda.
La investigación sobre contratos amañados utilizando precios sobreestimados para propiciar las comisiones y la corrupción en general; las noticias sobre hechos que ocurren inmediatamente utilizando las redes sociales como el Tweeter, la búsqueda de documentos que se encontraban sin desclasificar, son muestras elocuentes de que la sociedad va buscando nuevos rumbos.
En la actualidad también se puede ver cómo las organizaciones de los pueblos originarios han desplegado grandes esfuerzos de organización, se han manifestado abiertamente con comunicados claros y contundentes, se han abierto nuevas organizaciones indígenas hablando de la unidad e igualmente las organizaciones sociales, colectivos de todo tipo y plataformas campesinas continúan con el esfuerzo de romper esta cadena de opresión, abandono e ineptitud en que nos encontramos, misma que ha sido propiciada por reconocidos titiriteros en connivencia con gobernantes sin escrúpulos, con jueces venales, con diputados corruptos y fiscales como la actual Jefa del Ministerio Público quien decidió jugar en el lado oscuro de la historia y a espaldas de la justicia.
Los intereses entre los grupos conservadores y aquellos que se encuentran relacionados con la fiesta de la corrupción y la impunidad hoy coinciden, no importando los medios, pero ahora sí se nota que hacen uso de inútiles pretensiones de seguir descalificando a los grupos que buscan cambios; hoy siguen diciendo que respetan la institucionalidad; que todos los cambios se deben dirimir en las elecciones, que ellos apoyan instituciones y no personas, que no se puede violentar la democracia, pero hoy, estimo que la situación ha cambiado significativamente y que los cambios van a llegar, despacio tal vez, aunque precisan.
La pandemia hoy representa el telón de fondo de un drama terrible para nuestra sociedad contemporánea, la inutilidad en el manejo del proceso de vacunación, en la pobre dotación de medicinas, camas, enfermeras, médicos y equipo, el insulto a la inteligencia con el ominoso contrato con los rusos, los movimientos para quitar a fiscales honestos como Sandoval, la creación de pesquisidoras fantasmas para evitar que dos magistrados -los abogados de Mata Vela y Porras- coincidan en la CC y les hagan difícil la vida al resto de magistrados, sufran los diputados corruptos se preocupen los jueces y magistrados vendidos, así como produzca sudor frío en orondos funcionarios del Ejecutivo e intranquilice y quite el sueño a empresarios corruptos.
Ya no se puede seguir con la inútil pretensión que todo se resolverá, mientras el sistema de corrupción e impunidad continúe vivo. La administración y diplomacia estadounidense ya se dio cuenta que le “jugaron sucio” y que la desconfianza ahora se profundiza.
Todos los grupos organizados y la ciudadanía continuarán su lucha por el cambio, seguir pretendiendo que nada ha cambiado es una visión obtusa y equivocada.