Grecia Aguilera
El pasado miércoles 9 de marzo, el Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia declaró a Guatemala: Capital Pro Vida de Iberoamérica, evento histórico que se realizó en el Palacio Nacional de la Cultura.
Se contó con la participación del Señor Presidente de Guatemala, doctor Alejandro Giammattei, funcionarios de gobierno y líderes de las diferentes religiones que se practican en el país, así como también invitados especiales.
El señor Pablo Ortiz, presidente de la Asociación civil no lucrativa, La Familia Importa, abrió el acto expresando: “Nunca habíamos imaginado estar aquí celebrando a nivel nacional e internacional que, Guatemala es nombrada como fuente de inspiración para Iberoamérica en la defensa de la vida y la familia.”
Por otro lado, la Secretaria de Planificación y Programación de la Presidencia, licenciada Luz Keila Gramajo manifestó: “Queremos, a través de la implementación de esta política, que la familia se constituya como piedra angular de la sociedad, y pueda seguir brindando valores y principios religiosos que tanto nos hacen falta.”
Más adelante el Señor Ministro de Cultura y Deportes, licenciado Felipe Aguilar Marroquín, se refirió al Acuerdo Ministerial 195-22 que denomina como: “Patio de la Vida, al patio ubicado en el ala oriente del primer piso del Palacio Nacional de la Cultura. El Acuerdo fue publicado en el marco de la conmemoración del Día por la Vida y la Familia, fue aprobado por el Congreso de la República, que declara el 9 de marzo de cada año a la promoción de actos conmemorativos por parte de los organismos Ejecutivo, Legislativo y Judicial.”
El Señor Presidente de Guatemala, doctor Alejandro Giammattei, al finalizar el acto expresó lo siguiente: “Podemos tener diferencias en los libros que leemos, podemos tener diferencias en la cantidad de libros en nuestras biblias, podemos tener diferencias en nombrar a nuestros profetas, pero en lo que no tenemos diferencia es, en el respeto al derecho a la vida, en lo que no tenemos diferencia es, que debemos amarnos los unos a los otros, y la mejor manera de amarnos los unos a los otros es unirnos en la lucha por construir sociedades diferentes, por luchar por un mundo diferente donde haya paz.”
Y terminó su discurso manifestando: “Vamos a seguir protegiendo la vida, queremos lanzar al mundo un mensaje: Este país, este pequeño país de un gran corazón está entregado a la fe cristiana y musulmana desde hace muchísimos años. Y desde este país lo único que les podemos decir es: Unámonos por un mundo más justo, por un mundo en donde hablemos el idioma de la paz, pero también hablemos el idioma del respeto a los derechos de las personas desde su concepción”.