“La democracia es el destino de la humanidad; la libertad su brazo indestructible.” Benito Juárez
Uno de los pilares de la democracia, aunque no siempre nos guste, es el respeto la libertad de manifestación, tomando en cuenta que no existen derechos absolutos, y que todos tienen límites, este lo tiene como los demás, uno de ellos son las resoluciones judiciales, aunado a que en el país existe el principio de igualdad como una de las columnas fundamentales de una sociedad libre, que busca garantizar que todas las personas tengamos los mismos derechos, sin importar la clase social, así como cualquier otra característica que pueda ser objeto de actos de discriminación.
Entre los servicios esenciales estatales sobresale la educación, recordando que “No existe en el reino animal especie alguna que necesite tanto tiempo como el hombre para llegar a la madurez, por lo que el gasto en instrucción debe ser contemplado a futuro con proyección al desarrollo”, de ahí que además de respetar las peticiones de los maestros, ellos por ser los formadores de los ciudadanos deben respetar las resoluciones de los juzgados, para ser el ejemplo a seguir, cuando esto no sucede, tenemos lo que tenemos, niños que ya no son del tercer mundo, están en el cuarto.
La reciente huelga de los maestros contó con todos los componentes negativos de una manifestación social, como lo es la suciedad, la destrucción de los bienes del Estado entre otros, siendo el peor la falta de atención a los alumnos, ¿A quién dañaron? A la parte de la sociedad a la que se deben, como lo son los alumnos, que no tienen la capacidad económica de acudir a la educación privada.
Toda acción tiene una reacción, y la consecuencia lógica de su actitud es la sanción impuesta, amnistiarlos como se pretende es un acto de populismo barato más y lo peor el objetivo, congraciarse con Acevedo para seguirlo utilizando como un personaje de choque.
Diferente es la situación con las autoridades de los 48 Cantones, quienes participaron en las manifestaciones que se llevaron a cabo para evitar que se cometiera en el país un atentado a la democracia, porque nos parezca o no, ganaron las elecciones las actuales autoridades, por lógica no puede existir un fraude selectivo como nos quisieron hacer creer, porque se aceptaron los resultados de unos y no de otros en las mismas mesas, pero ese es otro cantar.
En las manifestaciones llevadas a cabo el año pasado, no se destruyó patrimonio nacional alguno, constituyendo una forma de reivindicar el voto emitido, por lo que a diferencia de la manifestación llevada a cabo por los maestros, no existió una estructura organizacional, ya que los que decidimos manifestar lo hicimos no para apoyar a las actuales autoridades, lo hicimos para preservar la democracia, lo que va más allá de cualquier ideología.
Es incomprensible por ilógica la detención de Luis Pacheco y Héctor Chaclán, porque han recibido un trato diferente a Joviel Acevedo, teniendo puntos en común, como lo es hacer uso del derecho de manifestación, mientras los primeros fueron parte de las mismas, el segundo lideró la manifestación, mientras Pacheco y Chaclán que se sepa no cobraron a nadie por haber participado en las manifestaciones, Acevedo si recibe dinero de los maestros que mantienen al sindicato, pero lo peor es el daño a los estudiantes por las clases no recibidas.
El mensaje que recibimos la población en general, es un trato diferenciado a los protagonistas de los actos llevados a cabo por parte del Sistema de Justicia a petición del MP, porque mientras al líder de los maestros se le pretende premiar, porque con la amnistía propuesta no solamente no se ajusta a derecho, sino que además pretenden evitar un desgaste para Acevedo, lo que es una burla a la educación, además de enviar un mensaje de irrespeto a la autoridad, por desobedecer órdenes judiciales.
A Pacheco y Chaclán se les ha mantenido privados de libertad al igual que al ingeniero Jorge Santos, no por un asunto ideológico, se trata de una vendetta política, dañina para una democracia.
La igualdad es uno de los principios de la democracia, la cual se debe respetar, lo que no se está haciendo por parte de algunas autoridades.