“Los discípulos son la biografía del maestro”
Domingo Faustino Sarmiento
El 25 de junio en nuestro país tuvo y debe tener una connotación especial, se conmemora el Día del Maestro, que como otros días conmemorativos entre los que se encuentra el Día del Trabajo o el Día de la Mujer, surgen de un suceso muchas veces trágico, a diferencia de otros días especiales que podríamos calificar de sociales con un toque de humanidad.
Muchas veces se tiende a confundir la docencia con la educación, siendo diferentes pero interrelacionadas, porque mientras la educación es integral, y abarca muchos aspectos de la vida de un ser humano, la docencia es más una actividad académica que enseña, pero no educa, aunque su contexto es similar.
Un docente que ha trascendido la misma historia es Sócrates, cuyo pensamiento influyó más allá de sus discípulos y el tiempo, entre ellos Platón, y a través de todos ellos su filosofía, que sigue teniendo actualidad.
Sin embargo, el maestro de quien el mejor ejemplo es Albert Einstein que concebía que la educación formal debía centrarse en desarrollar, el razonamiento y el pensamiento independiente, porque es esencial para la sociedad.
Es importante en este momento de nuestra historia, analizar la actualidad de nuestros maestros, y la situación de la educación en el país, por ejemplo el secuestro de la educación por parte de un movimiento pseudo sindical como la mayoría de los sindicatos, no solamente en el país, también fuera de él, los sindicatos se han convertido en feudos como todos los feudos en los que, los de arriba de la pirámide se sirven de los de abajo, que se conforman con migajas, pero lo más dañino en los sindicatos magisteriales del país, es que, lo que menos les interesa es la niñez.
Al conmemorarse un nuevo día del Maestro es bueno recordar que como muchos de nuestros días conmemorativos, no hay mucho que celebrar, porque el nombre del día surge, de un acontecimiento doloroso, como sucede en Guatemala con el Día del Maestro, de ahí lo vergonzoso que muchos maestros este veinticinco de junio, en vez de estar cumpliendo con sus deberes enseñando a los alumnos a ser cada día mejores, siendo la única forma de aprender, no están enseñando absolutamente nada, ni siquiera a defender sus derechos, porque están siguiendo a un antilíder, una persona nefasta para la sociedad, para el sindicalismo y para la docencia del país.
La mística que debe acompañar la función educativa, que es más social en una sociedad en la que el analfabetismo no es un fantasma, es una realidad que coloca a más de dos millones de personas en el umbral de la ignorancia, la que en el presente siglo debería estar erradicada, en este país los niños de tercer grado no saben leer ni escribir.
Pero y ¿Los demás? La secuela es nefasta, una sociedad que no sabe escribir, no tiene comprensión, pero ante todo compromiso para con su propio futuro, de otra forma no puede ser, porque si las bases son débiles, el edificio que se construye, entendiéndose este como la vida misma, es más endeble aún.
La profesión de Maestro es más que llegar a una clase y hablar frente a un grupo de personas que pueden ser de cualquier edad, ser Maestro es tener un compromiso para con la sociedad para hacerla cada día mejor, influyendo en ella misma por medio de la enseñanza, cuando no se cumple, la deuda para con la vida crece cada día más.
Sin embargo observamos que quienes deben enseñar no respetan ni siquiera una resolución judicial, no se trata de un Amparo el que les ha ordenado cumplir con sus obligaciones, han sido varios, los que han desobedecido, por lo que ¿Cómo se puede enseñar lo que no se sabe cumplir? Si alguien no cumple con una resolución ¿Cómo pueden cumplir con la ley?
La situación de la educación en el país es muy compleja, mucho de ello depende de Joviel Acevedo que ha hecho del sindicalismo una moneda de cambio, pero existe más responsabilidad de los maestros que identifican la profesión solamente en un medio para sobrevivir, abandonando la mística que un día existió.
Mal anda una sociedad cuando parte de sus maestros abandonan su misión.
licgla@yahoo.es