“Nos reímos del honor y luego nos sorprendemos de encontrar traidores entre nosotros.” Clive Lewis
Cada día se evidencia más, la falta de compromiso de la mayor parte de los diputados para con la población a la que se deben, y algunos para con sus votantes directos, más aún en momentos como el actual, en el que se deben tomar medidas de urgencia para evitar un mal mayor, en una visión retrospectiva, en su momento, el constituyente dejó previsto el procedimiento, con las herramientas legales para que el Ejecutivo hiciera frente a los diferentes fenómenos que podrían poner en peligro a la población, por los que se pudieran decretar estados de emergencia.
Con el objetivo de evitar arbitrariedades por parte de los órganos del Estado, y en base al pensamiento de Montesquieu que dijo: “todo hombre que tiene poder se inclina por abusar del mismo; va hasta que encuentra límites. Para que no se pueda abusar de este, hace falta disponer las cosas de tal forma que el poder detenga al poder”, que fue lo que hicieron los constituyentes, cuando se incluyó en la Constitución, que en los casos establecidos en el artículo 138, el Presidente de la República, hará la declaratoria correspondiente, por medio de decreto dictado en Consejo de Ministros, se aplicarán las disposiciones de la Ley de Orden Público, y que corresponde al Congreso que lo conozca, lo ratifique, modifique o impruebe, con el objetivo de proteger a la sociedad precisamente de las arbitrariedades de Estados antidemocráticos, por lo que uno de los poderes del Estado será el contrapeso del otro, sin que ello signifique atar de manos al Ejecutivo como abusivamente se ha hecho.
Por la naturaleza de nuestro país, o debido a fenómenos especiales, algunos naturales, se ha tenido que utilizar en casi todos los gobiernos de nuestra historia, los estados contemplados en la Constitución y desarrollados en la norma ordinaria, en momentos en los que nos enfrentamos a las consecuencias de los fenómenos climáticos, se hace necesario tomar medidas, para incurrir en gastos que no son periódicos dentro del presupuesto, porque se presentan extraordinariamente, como los que se deben realizar para satisfacer necesidades excepcionales surgidas de una catástrofe como un terremoto o huracán, en este momento, las necesidades surgidas de las tormentas que nos han golpeado, y que amenazan con seguirlo haciendo, convierte de urgencia el poder apoyar a las población, que está sufriendo el resultado de la corrupción que ha campado en las instituciones, y que se refleja en la destrucción de la mayor parte de la infraestructura del país.
Los 95 diputados que improbaron el estado de Calamidad, le han fallado a la sociedad porque antepusieron sus intereses particulares sobre la necesidad de toda la población, mientras algunos de ellos aprobaron durante los últimos gobiernos varios de estos estados, que fueron utilizados para engrosar las caletas de funcionarios corruptos, que gracias a la cooptación actual de las instituciones no han rendido cuentas, pero que más temprano que tarde lo harán, en esta oportunidad decidieron darle la espalda a quienes con su voto les colocaron donde temporalmente se encuentran, deben tomar en cuenta que la población cada día es más consciente de lo que se cuece en las instituciones del Estado, principalmente en el Congreso, en el que lo que menos interesa es el bien común.
Con la proliferación de las redes sociales, la información circula de manera más rápida que en los medios tradicionales, en los que para que la noticia llegue a la población recorre un largo camino.
Hoy, en el momento que ocurren los acontecimientos, la generalidad de la población sabe lo que está sucediendo, y quien responde y quien no, a las necesidades básicas de la sociedad, derivado de eso, más rápido se evidencia quien es quien en la administración pública, que mantenemos con nuestros impuestos, por lo que la careta cae más rápido.
La población está más consciente que nunca, en quienes no puede confiar, pero más aún, quienes la han traicionado.
Los nombres hoy se hacen populares por apoyar o por traicionar a la población, y muchos desparecerán por lo mismo.