Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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“El ser humano es un mero mortal con defectos y virtudes, y no adquiere entidad divina por el hecho de desempeñar un cargo público.”  Ibiza Melián

Que la situación del país es desastrosa es cierto, que este gobierno no tiene responsabilidad en ello también lo es, su responsabilidad es enderezar el rumbo, y ahí está lo difícil para el país.

Estamos a casi seis meses de contar con nuevas autoridades en los organismos Legislativo y Ejecutivo, tiempo en el que han emergido adalides de la buena ejecución presupuestaria, reclamándole acciones inmediatas a males que crearon muchos de ellos mismos hace bastantes años, lo único que evidencian es su falta de coherencia, más aún, cuando han sido parte de los gobiernos anteriores.

Es inconcebible observar a los mismos personajes que, en los dos gobiernos anteriores aceptaron presupuestos y ampliaciones presupuestarias desfinanciadas, con cero fiscalizaciones, propiciando que nuestra situación sea producto de años de saqueo, las carreteras no se construyeron ayer, los drenajes tampoco, no nos perdamos, lo peor que tenemos es  un MP inoperante para los casos de evidente corrupción con los ojos cerrados.

Varios problemas afronta el actual gobierno, entre ellos la falta de contundencia al señalar a los  autores de nuestras desgracias, derivado de la corrupción en las instituciones del Estado, esto debido a que los socios de la cúpula corrupta anualmente, del total del presupuesto se recetaron aproximadamente entre un 25%  y un 30%, del presupuesto que correspondía a  servicios públicos e inversión pública, este porcentaje pasó a engrosar las caletas de esa elite corrupta que ha degradado a las instituciones del Estado, y que cuenta con capacidad de pagar cantidades millonarias en sanciones para gozar de privilegios judiciales, la ONU ha informado que  “La corrupción se lleva más del 5% del PIB mundial. De los aproximadamente 13 billones de dólares de gasto público mundial, hasta el 25% se pierde a causa de la corrupción” si eso sucede a nivel mundial, a nivel nacional es desafortunadamente más.

Todo lo anterior se ha dado de manera ascendente, durante los últimos tres gobiernos, pero somos pocos los que hemos levantado la voz, más los que nos dedicamos tratar de realizar análisis críticos sobre la situación del país, la mayoría de la clase política se ha dedicado a “negociar” desde votos hasta contratos o viceversa, hemos vivido en la indigencia de la gestión gubernamental, de los mismos que hoy se golpean el pecho.

El resultado de esta penuria estatal se evidencia hoy más, cuando carreteras, calles caminos y espacios físicos están destruidos y no es una metáfora, porque debido a su debilidad frente a los embates de la naturaleza, que cual látigo nos demuestra el resultado de esos votos culpables, de esos negocios oscuros, de las bolsas de dinero bajo la mesa que han circulado engordando caletas, sin que exista poder alguno que combata la destrucción institucional en la que nos encontramos.

Si no se tratara de nuestra realidad, sería un chiste de muy mal gusto comprobar un MP que se encuentra al servicio de los depredadores de los recursos del Estado, institución que se mantiene con los impuestos que pagamos todos los ciudadanos, para que unos cuantos miembros de esa elite depredadora se apoderen de los bienes del Estado.

Por todo esto es como mínimo escandaloso, enterarse que quienes han sido parte del mayor saqueo en la historia del erario nacional, hoy se arroguen la calidad moral de tomar el micrófono y cuestionar la corrupción de la que han sido parte y aún más, presentar acciones legales, cuando hace un poco más de seis meses estaban del otro lado de la calle, siendo parte de lo que ellos mismos crearon.

Estando, así las cosas, resulta cuando menos deshonesto, que quienes formaron parte de una de las más grande cloacas corruptas, vengan a darse baños de pureza, y más aún que exijan hoy a otros lo que ellos no tuvieron: Moral.

No nos dejemos engañar, lo que hoy sucede a nivel nacional es el resultado de años de decadencia institucional.

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