Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“Nuestro sistema fiscal es una maravilla: el que tiene más, paga más, y el que tiene menos también paga más.” Jaume Perich

Las instituciones del Estado, en teoría, se han creado con el objetivo primordial de servir a la sociedad en general, los artículos 1 y 2 del texto constitucional nos garantizan que “El Estado de Guatemala se organiza para proteger a la persona y a la familia; su fin supremo es la realización del bien común.” Mientras el 2 nos corrobora por si esto fuera poco que son “Deberes del Estado, garantizarles a los habitantes de la república la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona, estos son principios fundamentales de vida de los ciudadanos, que deberían respetarse y garantizarse sin limitación alguna por absolutamente todas las instituciones del mismo Estado, sin exclusión alguna.”

Realmente es un poema esa primera parte de la Constitución, pero que, sin embargo, se nos ha quedado muchísimo a deber al llevar a la práctica tales garantías, porque, no se le puede asegurar a alguien que se encuentre protegido, cuando un día sí y otro también asesinan, secuestran, violan, y asaltan a alguien, esto lo escribo con pleno conocimiento de causa, y más.

En ese orden de ideas, el Estado ha necesitado de ingresos, por lo que el legislador ha creado toda una estructura de imposiciones tributarias con las que debemos cumplir si o si los ciudadanos en general, ¿Consumimos? Pagamos IVA, con relación al consumo en medicinas, el Estado no solamente no las proporciona, tampoco las califica como exentas, al fin la salud se ha convertido en un bien de lujo, ¿Tenemos un ingreso? Pagamos ISR, sin tener algún derecho al mínimo vital, trabajamos para pagar entre un 5 y un 25% de ISR, ¿Con que contamos para vivir? Con lo que nos pudiera quedar, el impuesto está primero, señores.

Podría enumerar más y más impuestos que tenemos que pagar, pero no me alcanzaría esta cuartilla, el sistema impositivo en el país es injusto porque ya se encarga la SAT de delimitar nuestros derechos de acuerdo a criterios administrativos que no se encuentran en la ley, pero que para los funcionarios del ente recaudador tiene jerarquía constitucional, así andamos, porque frente a una computadora el sistema decide qué acepta, y qué no acepta, veamos un contribuyente trata de presentar la declaración del IVA del mes de septiembre en noviembre, técnicamente está omisa, calcula débito y crédito, pero oh sorpresa, el sistema acepta el débito, (Pague usted) más no el crédito, pero señores es la declaración de septiembre en su integralidad, cobren la multa, pero no limiten el derecho a deducir el crédito, no es así, el sistema no lo permite.

La explicación es que, en cumplimiento del artículo 20 de la ley del IVA, el contribuyente cuenta con dos meses para reclamar el crédito, lo entiendo, pero está presentando la declaración de septiembre, va a pagar la multa por presentación extemporánea, no le debe limitar su derecho al crédito fiscal, pero lo hace, y como consecuencia le obliga a pagar el total del IVA que percibió, en la práctica un contribuyente le resta los débitos a los créditos y le queda a pagar Q2,300.00, al no permitir el sistema la deducción del crédito más la multa, esa cantidad se convirtió en más de Q11,000.00 por obra y gracia del criterio pro SAT, pero la Constitución garantiza que el sistema tributario debe ser justo y equitativo, ¿Lo es? No señores no lo es por lo tanto el sistema es injusto.

El contribuyente se pregunta ¿Por qué vivo esta situación? Y se responde: Porque a pesar que pago mis impuestos, y los funcionarios de la SAT están pendientes de que no deje de pagarlos, y que ni siquiera me pueda retrasar, el Estado no me protege, por lo que además de pagarle al Estado, tengo que pagarle a los extorsionistas que me amenazan a mí y mi familia, o pago o nos matan, así de sencillo, en el mes de octubre este contribuyente no pudo pagar el IVA de septiembre porque para mantenerse vivo tuvo que pagar Q25,000.00 de extorsión, se encontró con la disyuntiva de: o le pagaba a la SAT, o le pagaba a los extorsionadores, ¿A quién le hubiera pagado usted? La respuesta cae de su peso, la vida de su familia es primero.

¿Le va a devolver el Estado del dinero que por su ineficiencia pagó a los extorsionadores? No, el Estado le va a cobrar una penalización porque en un afán de salvar su vida y la de los suyos, prefirió a unos extorsionadores primero.

A raíz de la tiranía institucional el pagar impuestos se ha convertido en una tragicomedia.

Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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