Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso

“Grito que no creo en nada y que todo es absurdo, pero no puedo dudar de mi grito y necesito, al menos, creer en mi protesta.”

Albert Camus

Twitter, Facebook, inclusive WhatsApp y otras redes sociales, se han convertido en la forma más rápida de comunicación de todo tipo, desde noticias internacionales hasta personales, por ejemplo, puede tratarse de una comunión, o de la enfermedad de una persona, la información principia a circular sin que nadie la pueda detener, lo mismo si se trata de lo sucedido en un juicio, como el posible fallecimiento de un expresidente, así va la cosa.

Esta forma de intercambiar información es intergeneracional, pero en los jóvenes y los más jóvenes forma parte de su vida, desconocen por su propia historia otra forma de enviar mensajes, más aún, si analizamos, con uno es suficiente para que recorra un camino infinito y se lea N cantidad de veces, al igual que se escucha el sonido de las campanas, que se lanzan al aire, y cualquiera puede escuchar, así el mensaje que se envió llegará a un infinito número de receptores.

En ese contexto, el mundo sigue su diario devenir, recientemente con una pandemia, una guerra, y en nuestro caso, conflictos institucionales, pobreza, corrupción, narcotráfico, trata de personas, y cuanto mal pudiera existir nos acecha hoy, como otros nos ha acechado a lo largo de nuestra historia, con poquísimos momentos de oasis democrático que no hemos sabido mantener, desafortunadamente.

Estando así las cosas, aumenta la gasolina a niveles nunca vividos, existiendo una propuesta de exoneración del pago de impuestos temporalmente para los gasolineros, que hubiera sido más beneficioso para la población, porque se convierte en gasto tributario, siendo una fórmula utilizada en otros países, acá se utiliza el método del subsidio, porque se  presta más a los chanchullos que todos conocemos, y que no llega a los bolsillos de la sociedad, porque se queda en otros bolsillos, cuyo objetivo  es el de aumentar desmesuradamente cuentas personales, mientras Juan Pueblo sigue sumido en la miseria, porque se cree que Juan Pueblo aguanta, pero no es así.

En ese escenario, y en obedecimiento a un guion previamente escrito, sin sorpresa alguna, pero sí con mucha frustración para la población, el Presidente, nombra para un nuevo periodo a la Fiscal General, convirtiendo todo el proceso en una mera puesta en escena, he de mencionar que no estoy de acuerdo con muchas actuaciones de algunos fiscales y jueces bastante mediáticos, pero, el hecho de que durante el período de la actual fiscal, tantos de ellos hayan tenido que salir autoexiliados del país, no es para quemar cohetillos, es altamente preocupante, porque algo muy escabroso está sucediendo, que no nos beneficia en nada como país.

Para ponerle la guinda al pastel, viene el tema de la USAC, sobre el que ya me he manifestado, pero que suma hasta creer que se puede derramar el vaso de agua, sin embargo, nos encontramos con un escenario diferente al del 2015, en el que la población se volcó a las plazas, principiando por la Plaza Central, ¿Qué pasó?, lo analizo de la forma siguiente:

1) ¿Quién convoca? Ahí nos encontramos con la primera gran falencia, no existe liderazgo, veo por una parte a un diputado, cuya mayor fortaleza parece ser su orientación sexual, con un discurso sin contenido, solo el insulto barato, por otro lado, el otrora fuego sancarlista es hoy un tizón que se resiste a morir, pero que no se quema en la plaza, a la llamada sociedad civil ya nadie la escucha porque no ha mantenido coherencia entre el discurso y los actos, resultado: Convocatoria nula.

2) 2) ¿Cuál es el objetivo de una manifestación? No lo sabemos, porque no se cuenta con un pliego de peticiones coherentes con el momento histórico, que busque la solución de los problemas de la población a la que se representa, exigiendo cambios concretos, no es solamente es de salir con banderas de cualquier color, una caminata sin sentido para llegar a las plazas ¿A qué? Ya no estamos para llegar a gritar, el grito ayuda, pero sin requerimientos concretos el grito se vuelve mudo.

3) Por último, la convocatoria, leí una gran cantidad de tuits de usuarios anónimos llamando a la manifestación, pregunto ¿Cuántos de los que escribieron y de los que dieron me gusta llegaron? Me parece que ninguno o muy pocos, la convocatoria fue por medio de redes sociales, pero le faltó tanto que no llegó a los convocados, que al final, somos la sociedad en general

Las convocatorias por Twitter son parte de las nuevas formas de comunicación, que pudieran tener éxito, sí, y solo si, existiera un liderazgo real, que en este momento no se observa, estamos huérfanos de líderes efectivos.

En la era de la comunicación global, lo más difícil es entenderla.

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