Gladys Monterroso
“El poder se tiene mientras se ejerce y su única legitimidad es la entrega total al servicio de los demás” Adolfo Suarez
Estamos como estamos, no por ideología alguna, ese tema desafortunadamente quedó en el siglo pasado, hoy nos aqueja un mal endémico, producto de la falta de equilibrio económico, financiero y social, que con los años se trasladó de la rancia casta del país a otros actores no tan rancios como los primeros, con el mismo objetivo principal, ser el poder a como dé lugar.
Somos parte de esas circunstancias, que nos han mantenido en vilo por las diferencias tan marcadas, que desde hace tiempo vienen dividiendo más, a una sociedad históricamente dividida, leo constantemente críticas a las personas, por su pensamiento político, cuando el verdadero problema a mi criterio no es otro que de poder, y del uso que se haga de ese poder, no es de chairos o fifís, que según la Academia Mexicana de la Lengua, a partir de 2018, se generalizaron estas acepciones en los enemigos políticos.
Me inquieta como a muchos, que sean pocos los que en el país se preocupen del verdadero problema que nos aqueja, ese problema se llama corrupción, que se ha adjetivizado como se les llama a los procesos hoy, por medio de la cooptación de las instituciones, convirtiéndonos a pasos agigantados en la clase de sistema del que hemos huido, una dictadura en la que todas las instituciones se van alineando, y de la que va a ser muy difícil salir.
El problema nuestro, es que hay dos grupos de operadores que responden a intereses personales, que no tienen relación alguna con la derecha o la izquierda, porque en el país si existe la izquierda está casi invisible, derivado de lo anterior la oposición no responde a intereses ideológicos, responde a intereses de poder, y llevar una agenda que en poco se diferencia de la derecha, que contrasta en que si se encuentra más estructurada, pero que no cuenta con planes de país, cuenta con planes de grupo, al igual que quienes se autodenominan de izquierdas.
A mediados de la década pasada, pudimos observar cómo se empezó a manipular la legislación y el Sistema de Justicia, hasta llegar a las instituciones con el objetivo de cooptarlas, sin una agenda definida, y si esta existió, no era de desarrollo social del país, fue de desarrollo de grupo, por esas debilidades fracasó, porque fue demasiado evidente que lo que menos importaba era la sociedad, importaba el Yo, en ese contexto, viene el contrapeso que no es mejor, solo cambiamos de actores, pero el objetivo es el mismo, la manipulación del sistema en un todo, para privilegiar una agenda que no es la nuestra, es la de unos pocos.
Al igual que el anterior grupo, este utiliza el Sistema de Justicia para castigar al enemigo, con la diferencia que es más evidente, pero que, al igual que el anterior, persigue cooptar totalmente al Estado para satisfacer agendas personales, en el que nosotros como población nos encontramos siendo la salchicha del hot dog, hago esta comparación porque igual, estamos literalmente atrapados.
En este contexto nada halagüeño, ha caído por el momento, la USAC que debió quedar fuera del caos en que se mantiene la institucionalidad, y cayó debido a las actuaciones del Consejo, que dejó de ser superior.
Veamos, en la anterior elección a representante de la USAC ante la CC, se evidenció que no votaron por convicción, votaron por alineación, saltándose las trancas de la secretividad del voto, si señores el voto era secreto, el acto era público, para quienes argumentan que el voto era público es necesario leer tanto la Constitución como el artículo 155 de la Ley de Amparo.
Por si todo esto no fuera suficiente, el 14 de mayo, utilizando la fuerza pública, algo inédito derivado de la hasta hoy, celebrada autonomía de la USAC, en forma antidemocrática se llevó a cabo la “elección” de rector con representantes de un solo grupo, cuando la resolución de la Sala Quinta de lo Contencioso Administrativo ordenó (imperativo) al Consejo específicamente a convocar a los 27 cuerpos electorales, así de claro, en blanco y en botella, sin embargo no fue así, fueron avisados los miembros de un poco más de 14 sin llegar a 15 cuerpos electorales, no existió convocatoria alguna, además de no permitir ingresar al recinto a los que no fueron avisados por parte del Consejo.
En las elecciones a electores se cometieron errores, que de acuerdo con el análisis de cada uno de los casos concluyó en dejar fuera a siete cuerpos electorales, la misma Sala validó por lo tanto a 27, ¿Qué pasó? Nuevamente el Consejo nos falló a los sancarlistas y a la sociedad en general, no solamente no cumplió con lo ordenado por la Sala, desnudándose ante la sociedad en general, hizo alarde de la fuerza pública para la “elección” ¿Cuál es el resultado? Que la deslegitimaron, convirtiéndola en designación.
Las resoluciones judiciales tienen dos recorridos: Se cumplen o se apelan, los integrantes del Consejo no tomaron ninguno de los dos, tomaron una tercera vía que los ilegitima a ellos y a sus acciones.