Gladys Monterroso
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“El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad.” Víctor Hugo
El presente artículo, columna, escrito, o como usted le prefiera llamar, no pretende referirse al tiempo en relación a los años pasados en general, comparándolo con el que inicia, porque se trata de una formalidad que se repite y se repetirá en el tiempo, añorando la mayoría de la humanidad que la puerta que se cierra de paso a una nueva en la que quede tras la misma lo malo, y entre una bocanada de vida nueva, como si de magia se tratara, la vida no cambia porque cambie el año cada 31 de diciembre, el año no es nuevo, solamente lo es el frio número con el que terminaremos la fecha, todo lo demás es una ilusión que nos permite pensar que la vida puede cambiar, solamente con cambiar un número, pero no es así.
Esta vez quiero referirme a los años que vamos sumando, aunque todos los seres humanos cumplimos años, no significa que nuestra vida cambie por arte de magia, no nos damos cuenta como nuestra jornada vivencial va cambiando, hasta que un día, hacemos una pausa en el camino de la existencia y vemos como lugares y personas no son los mismos, buscando una respuesta, nos vemos al espejo para comprobar que la persona que vimos en otro espejo, hace un tiempo, no es la misma que hoy vemos reflejada, ha cambiado, va creciendo, después madurando y posteriormente con suerte envejeciendo, lo que en estos tiempos es un privilegio.
Cada ser humano es todo un universo, que va creando su propia historia, va evolucionando o involucionando en el peor de los casos, va construyendo o deconstruyendo, con retazos de historias un mundo que le pertenece únicamente a ese ser humano, sus recuerdos es al final del camino, lo único que le es propio, que decide compartir, o no, cada vida es un libro que se escribe todos los segundos de los días, que forman semanas, meses y años, impactando solamente en quien ve las hojas del calendario pasar, y alguna vez en su entorno más cercano.
Hoy alguien cumplió años, mañana, y todos los días, son personas privilegiadas, porque muchas más ya no los cumplirán, para algunos este hecho cronológico tiene un gran significado, para otros (Las excepciones que confirman la regla) no lo tiene tanto, pero para todos conforme van sumando más, van quedando siempre enseñanzas de lo bueno o lo malo, siempre aprendemos lo que queremos aprender, no siempre lo que debemos aprender, porque como escribió el poeta somos arquitectos de nuestro propio destino, y porque no agregarle dueños de nuestro micro universo, nadie más lo es.
Todos los primeros días de enero he cumplido años, tengo muy presentes algunos, que no todos, por ejemplo, la primera vez que experimente el amor de mi padre, en otro la entrega de mi madre y mis hermanos, en otro, el cariño de mi tía, el que más me impacto, fue cuando tuve conciencia del tiempo, pero todos han guardado una magia muy especial, he de escribir que he sido una persona privilegiada porque me he sentido muy amada, por lo que estoy agradecida con la vida, soy alguien que ha vivido eventos extraordinarios, inimaginables para algunos, la vida para mi es un privilegio, porque dentro de un universo de más de 50 millones de microrganismos, que se embarcan en el viaje para llegar a la vida, solamente uno lo logra y ese uno es un ser vivo, ese uno soy yo, y es usted.
Un científico en matemáticas aplicadas, de EEUU, de apellido Gadelha, manifiesta que el llegar entre tantos que emprenden la carrera para encontrar refugio en una madre, es un milagro de la naturaleza, ya desde ese momento luchamos, primero como micro células, que inician un recorrido en el que solamente uno o dos llegarán a un primer destino, y así seguiremos batallando durante todo el transcurso de nuestra existencia, hasta el último instante de ella.
Esos números, los de los años, los vamos sumando cada vuelta al sol, los afortunados que podemos hacerlo, ese es el cambio de calendario más importante para cada uno de todos nosotros, porque de lo micro se construye lo macro, y todos somos parte de lo micro, ¿Existiría la macro sin lo micro? No, por lo tanto, sin un ser humano el mundo no es el mismo.
El tiempo es en la vida el dique por el cual pasa lo mejor, y se quedan los sinsabores del otro lado del mismo dique.