Grecia Aguilera

Periodista, escritora, filósofa y musicóloga. Excelsa poeta laureada. Orden Ixmukané, Orden de la Estrella de Italia, Homenaje del Programa Cívico Permanente de Banco Industrial, Orden Antonio José de Irisarri, Embajadora y Mensajera de la Paz.

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GRECIA AGUILERA

La Primera Reunión de los Estados Partes del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares se llevó a cabo en la Ciudad de Viena, Austria del 18 al 23 de junio del presente año, con la intervención de más de un centenar de países, entidades internacionales, sobrevivientes, funcionarios, delegaciones, así como también representantes de ciudades afectadas como Hiroshima y Nagasaki, que confirmaron su inconformidad a cualquier intimidación y utilización de armas nucleares.

Cada una de las naciones que formaron parte de esta reunión manifestaron su compromiso, y aseguraron esforzarse para que los países, que aún no se han comprometido, lo hagan, y declararon que: “No descansarán hasta que el último Estado se haya adherido al Tratado, la última ojiva nuclear haya sido desmantelada y las armas nucleares hayan sido eliminadas totalmente de la Tierra.”

En dicha reunión participó la “Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares”, este proyecto es una “coalición de organizaciones no gubernamentales en cien países que promueven la adhesión y la aplicación del Tratado de las Naciones Unidas sobre la Prohibición de las Armas Nucleares”, y obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 2017: “Por su labor de llamar la atención sobre consecuencias humanitarias catastróficas de cualquier uso de armas nucleares y por sus esfuerzos innovadores para lograr la prohibición de tales armas basada en tratados.”

Esta histórica primera reunión finalizó con la “aprobación de una declaración política y un plan de acción práctico que estableció el rumbo para la aplicación del Tratado y el progreso hacia su objetivo de la eliminación total de las armas nucleares.”
El Santo Padre Francisco en su mensaje por la Primera Reunión de los Estados Partes del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares expresó:

“En este momento particular de la historia donde el mundo parece estar en una encrucijada, la valiente visión de este instrumento legal, fuertemente inspirada en argumentos éticos y morales, parece cada vez más oportuna; de hecho, esta reunión tiene lugar en un momento que inevitablemente exige una reflexión más profunda sobre la seguridad y la paz; en el contexto actual, hablar o abogar por el desarme puede parecer paradójico para muchos, sin embargo, debemos seguir siendo conscientes de los peligros de los enfoques miopes de la seguridad nacional e internacional y los riesgos de la proliferación.

Como sabemos muy bien, el precio de no hacerlo se paga inevitablemente por el número de vidas inocentes que se cobran y se miden en términos de matanza y destrucción, en consecuencia, renuevo enfáticamente mi llamamiento a silenciar todas las armas y eliminar las causas de los conflictos mediante el recurso incansable a la negociación. La paz es indivisible, y para que sea verdaderamente justa y duradera, tiene que ser universal.”
Y continuó manifestando: “La Santa Sede no tiene ninguna duda de que un mundo libre de armas nucleares es tanto necesario como posible; en un sistema de seguridad colectiva no hay lugar para las armas nucleares y otras armas de destrucción masiva…
Las armas nucleares son una responsabilidad costosa y peligrosa, representan un multiplicador de riesgo que proporciona solo la ilusión de una especie de paz, aquí deseo reafirmar que el uso de armas nucleares, así como su mera posesión, es inmoral.

Pretender defender y asegurar la estabilidad y la paz a través de una falsa sensación de seguridad y un equilibrio del terror, sostenido por una mentalidad de miedo y desconfianza, inevitablemente termina envenenando las relaciones entre los pueblos y obstruyendo cualquier forma posible de diálogo real.”

El Papa Francisco finalizó su mensaje expresando: “Es apropiado que este Tratado también reconozca que la educación para la paz puede desempeñar un papel importante, ayudando a los jóvenes a tomar conciencia de los riesgos y consecuencias de las armas nucleares.”
El Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares es “un acuerdo internacional jurídicamente vinculante para prohibir las armas nucleares, con miras a su eliminación total; las negociaciones comenzaron en las Naciones Unidas en marzo de 2017, fue aprobado en una votación el 7 de julio del mismo año, y entró en vigor el 22 de enero de 2021.”

Definitivamente es una prohibición más que justa para todos los seres vivientes, y el planeta Tierra.

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