“Los servicios médicos cubanos reciben una compensación, como lo reciben los servicios médicos de cualquier país del mundo que lo preste.”
Carlos Fernández de Cossío. Viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba. Marzo 2025.
El ascenso por segunda ocasión del señor Donald Trump a la Presidencia imperial de los Estados Unidos de Norteamérica en enero 2025, abrió la puerta para que un grupo de neonazis multimillonarios y algunos de sus siervos de ultraderecha accedieran a ocupar cargos públicos en el gabinete de la actual administración Trump.
Uno de los nuevos funcionarios cercanos a mister Trump es Marco Antonio Rubio, político ultraconservador, hijo de padres cubanos, quien ocupa el cargo de Secretario de Estado que equivale a ser Ministro de Relaciones Exteriores o canciller de la República, es decir, encargado de asesorar, ejecutar, desarrollar e implementar la política exterior del gobierno imperialista. Desde esa alta posición el señor Rubio con inusitada obsesión, e inmoralidad irracional dirige una nueva campaña de mentiras, odio y agresión contra la República de Cuba, el gobierno y su población con la pretensión de desacreditar el trabajo humanitario de las brigadas médicas que prestan servicios en 56 países. La animadversión de este señor hacia Cuba no tiene límites, ni le importan los daños colaterales sociales y económicos que sus decisiones provocan.
Brigada médica y supuesta trata de personas. Como es bien conocido, el acceso a la salud es un derecho humano, Cuba contribuye al disfrute de este derecho, porque mediante acuerdos de cooperación solidaria ofrece servicios de salud sin recibir ninguna compensación económica, tal el caso de Guatemala que desde hace 27 años durante el gobierno de Álvaro Arzú en 1998, cuenta con esa benéfica asistencia que el actual gobernante Bernardo Arévalo renovó en agosto 2024.
Ante el ataque infundado del gobierno imperial, los ministros de Salud de los 120 países miembros del Movimiento de Países No Alineados rechazaron el pasado 13 de mayo 2025 en Ginebra, Suiza, la campaña estadounidense contra la colaboración médica de Cuba. Los ministros reconocieron a los profesionales de la salud cubanos que prestan servicios en diversas naciones del mundo.
Denunciaron que desde el 2019, se ha desatado una campaña deshonesta para desacreditar la cooperación médica internacional de Cuba, presionar a gobiernos que la reciben y privar a los pueblos de servicios de salud esenciales. Recordaron que esta cooperación permite brindar cuidados de salud de alta calidad a millones de personas en el mundo.
La citada denuncia indica: “Nadie con un sentido básico de honestidad puede dudar de que se está ante un ataque contra el multilateralismo, de una manipulación con fines políticos y de una extensión de la agresión y hostilidad contra Cuba”.
Agrega: “Los intentos de deslegitimación de la cooperación médica cubana ignoran que el déficit de profesionales de la salud es un problema urgente en todo el mundo, cuya solución requiere más cooperación y solidaridad internacionales, no ataques infundados”.
Continúa: “La cooperación médica cubana ha permitido brindar cuidados de salud de alta calidad a millones de personas en el mundo. Más de 605 mil colaboradores cubanos de la salud han cumplido misiones en 165 Naciones en los últimos 60 años”.
Al referirse a los profesionales de salud, refiere: “Los profesionales y técnicos cubanos que participan en esos programas, lo hacen siempre a solicitud expresa de los países concernidos y brindan sus conocimientos y servicios de manera libre y voluntaria. Muchos de ellos trabajan en zonas rurales remotas para salvar vidas, aún a riesgo de perder la suya. Atienden a toda la población sin distinción alguna, sin involucrarse jamás en asuntos de política interna y respetando estrictamente las leyes y costumbres de los países en que laboran”.
Los ministros recuerdan que, “…en Cuba se han formado de manera gratuita 43 mil profesionales de la salud de 120 países. En muchas Naciones se han creado Facultades de Medicina con profesores cubanos”.
Reiteran que: “Ni las campañas de desacreditación ni los efectos devastadores del recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero, han podido impedir que Cuba continúe salvando vidas y compartiendo sus escasos recursos con otras naciones del mundo que lo necesitan”.
Concluyen afirmando: “La colaboración médica cubana seguirá siendo un símbolo de esperanza, abnegación, humanidad y solidaridad”.